Buscan que alimentos no contengan transgénicos
El objetivo es proteger la industria agrícola del país
Corporativo
Obtener de un totopo industrializado el material genético del maíz con el que fue elaborado, para saber si es o no transgénico, es una labor detectivesca que implica un alto grado de dificultad científica, para ello la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM) autorizó a un laboratorio de la UNAM para que se una a la labor de detección de transgénicos en México.
El Laboratorio de Biotecnología de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM es uno de los 14 centros especializados del país con autorización para “detectar y cuantificar organismos genéticamente modificados (OGM)”, informó la casa de estudios en un comunicado.
Esa instalación universitaria se integra a la Red Nacional de Laboratorios de Detección de Organismos Genéticamente Modificados (RNLD-OGM), la cual, junto con el Centro Nacional de Metrología, vigila la correcta aplicación de metodologías especializadas con las que se realizan estos diagnósticos.
“Comenzamos con este tipo de trabajo en el año 2000, momento en que vimos la necesidad de implementar métodos de biología molecular, no para producir transgénicos, sino para detectarlos y cuantificarlos en alimentos, que es nuestra especialidad”, explicó en el documento Amanda Gálvez Mariscal, investigadora del Laboratorio de Detección.
La especialista explicó que el producto del transgen es una proteína, y ésas son las que causan las características distintas en un alimento transgénico.
“Muchas veces en un alimento el OGM ya no es viable, porque ya no es un granito de maíz que pueda germinar, está machacado, nixtamalizado, pero aún así es posible detectarlo”, refirió.
A México le interesa detectar transgénicos dentro de un alimento para proteger principalmente la agricultura del país.