¿Qué es la responsabilidad social en la empresa?
Los consorcios son actores que pueden contribuir en el establecimiento de bases para un mejor desarrollo
Corporativo
La inserción en la agenda pública de la responsabilidad social empresarial (RSE) ha ido tomando un importante impulso en Latinoamérica, no obstante aún no se crea una verdadera conciencia del alcance ético, financiero, social y ambiental que representa.
Su concepción parte del hecho de que la empresa es un actor social que puede contribuir en el establecimiento de bases para un mejor desarrollo social.
La globalización de los mercados ha permitido la flexibilización de las oportunidades de las compañías a nivel mundial, por lo que ha aumentado la complejidad de la estructura organizacional y al mismo tiempo los requerimientos de satisfacción de consumidores más exigentes.
Así, la RSE es un cúmulo de aspectos a observar por las corporaciones sin que sean expresamente obligatorios, sino son una cuestión voluntaria que incide en la imagen y percepción que se forja la sociedad.
La empresa es una unidad económica que incide directamente en el ámbito social al determinar en gran medida las condiciones de vida y los niveles de bienestar de la comunidad, por lo que con esa interrelación es indispensable que se ponga al servicio de la población.
Diversas organizaciones internacionales han fijado como metas la utilización de herramientas para lograr un mejor desarrollo económico en América Latina. Uno de los más grandes retos es la disminución de la brecha social existente y una mejor distribución de la riqueza.
En ese sentido, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha señalado que en la estrategia de superación de pobreza, las empresas tienen un rol significativo que cumplir, ya que son el núcleo central de la actividad económica de la sociedad y su accionar tiene un gran impacto en el desarrollo de las personas (Vargas Niello, José, Responsabilidad Social Empresarial desde la perspectiva de los consumidores, CEPAL, Colección Documentos de proyecto, Naciones Unidas, Chile, 2006).
Se ha definido a la RSE como la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y sus relaciones con el entorno. Ser socialmente responsable no significa solamente cumplir a plenitud las obligaciones jurídicas, sino también ir más allá de su cumplimiento, invirtiendo más en el capital humano, el entorno y las relaciones con los interlocutores (Libro Verde. Fomentar un marco europeo para la responsabilidad social de las empresas, Comisión de las Comunidades Europeas, Bruselas, 2001).
Ética empresarial
Este concepto está relacionado con la acción humana y su moralidad para delimitar lo que es bueno, malo, obligatorio o permitido, en resumidas cuentas determina la directriz de la actuación. En el ámbito corporativo, sienta las bases del comportamiento empresarial materializándolo en su misión, valores, objetivos y gobierno corporativo.
Está enfocada en procurar que estas unidades económicas aprendan de sus errores y adopten mejores prácticas para subsanarlos. Determina que una corporación está realmente interesada en mejorar la relación que tiene con la sociedad y el aparato gubernamental.
Sobre este concepto descansa el comportamiento responsable por parte de la compañía que ha entendido que se puede dejar de lado el clásico interés de producir ganancias, haciendo de estas actividades un negocio rentable, para adoptar mejores prácticas que ayuden a contribuir de manera positiva en el desarrollo de la sociedad.
Ventaja competitiva
Actualmente, los consumidores han adoptado una conciencia real acerca de sus derechos y el peso que tienen sus exigencias sobre los mercados. Con ese poder, la sociedad ha incrementado su participación y afinidad con aquellas empresas que muestran una verdadera preocupación por los aspectos relacionados con la cohesión social, como lo son las condiciones de trabajo que ofrece a sus colaboradores, campañas filantrópicas y el cuidado al medio ambiente.
Bajo ese principio, es destacable que las corporaciones que adoptan ese tipo de operaciones son identificadas de manera amigable con sus consumidores, creando una relación más íntima con la comercialización de sus bienes y servicios. Por eso, la RSE se convierte en un plus comercial y una herramienta de la mercadotecnia para posicionarse mejor en el mercado.
Asimismo, la RSE constituye una herramienta para humanizar el papel de la compañía en el desarrollo económico de una sociedad, en tanto que ejerce una verdadera presión entre los accionistas o socios de incidir en el tejido social.
Medio ambiente
A lo largo de la historia ha habido noticias de corporaciones trasnacionales que derivado de un actuar irresponsable y falto de ética ha causado enormes problemas, no solo económicos, sino de gran repercusión ambiental.
El deterioro al medio ambiente es una preocupación constante en la actualidad, y por ende, una exigencia ineludible por parte de la sociedad y los gobiernos a nivel mundial (al menos en su mayoría).
La responsabilidad ambiental a pesar de tener un costo que aumenta la inversión también ofrece ventajas en torno a los estímulos fiscales y financieros que otorgan los distintos órdenes de gobierno.
De esa manera, los empresarios mitigan el costo que significa implementar tecnologías más amigables en sus procesos productivos.
Por tal motivo, las compañías a nivel mundial han optado por adherirse a las políticas de protección al medio ambiente, de modo que se busque un desarrollo sustentable que no comprometa el equilibrio ecológico y las necesidades de las generaciones futuras.
Sin embargo, la RSE no es exclusiva de corporaciones grandes, sino que atañe a cualquier micro, pequeña y mediana empresa que esté dispuesta a integrarse al mejoramiento del tejido social sobre el cual se desarrolla. Además, la observancia de esta responsabilidad ofrece una ventaja para atraer inversionistas, pues su utilización presupone la existencia de directrices responsables y claras.