El crecimiento de México está condenado a ser bajo si no se corrigen los desequilibrios estructurales provocados por industrias poco competitivas, el frágil mercado interno, y la distribución desigual de los ingresos, advirtió Armando Sánchez Vargas, académico del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
En un comunicado, el especialista aseguró que una política de cambio estructural real debe equilibrar el alto coeficiente de importaciones, pues de lo contrario, toda estrategia relativa generaría déficits en la cuenta corriente, con riesgo de una crisis financiera interna.
Asimismo, detalló que al cierre de 2014 la economía nacional registrará un crecimiento de hasta 2.3%, con cerca de 700,000 empleos generados. Además, se estima un incremento de 6.24% en las exportaciones y 3.86% en las importaciones.
Al respecto, Eduardo Loría Díaz, coordinador del Centro de Modelística y Pronósticos Económicos (CEMPE) de la UNAM, comentó que la situación global es compleja, por lo que el crecimiento potencial de México se encuentra entre 2% y 2.5%.
“En un escenario favorable, sustentado en el éxito de las reformas estructurales y un entorno social positivo, es probable alcanzar el 3.5%”, aseveró.
De aumentar la inversión pública y privada podría incrementarse hasta 3.4% en 2016. Asimismo, la tasa de desempleo permanecerá en 5%, con un déficit fiscal y niveles de deuda pública crecientes, adelantó el académico.