El crecimiento de la productividad en América Latina es necesario para lograr un cambio estructural completo en el que el financiamiento a las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipyme) juega un papel preponderante, aseguró el director de la sede subregional de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Hugo Beteta.
En ese sentido, el funcionario mencionó que el desarrollo financiero es un pilar fundamental para el crecimiento económico, además de que la inclusión financiera apoya la profundización y estabilidad de los sistemas financieros.
“Diversos organismos internacionales, como la CEPAL y el BID han argumentado que el bajo crecimiento económico que ha observado América Latina, en las tres últimas décadas está fuertemente relacionado con una productividad baja y poco dinámica”, explicó Beteta.
Ante esa situación, indicó que existen dos elementos centrales sobre el dinamismo de la productividad.
- el crecimiento es necesario para lograr un cambio estructural completo y que la transición hacia sectores de mayor complejidad tecnológica
- el crecimiento de la productividad debe darse en todos los sectores y generalizarse a toda la trama empresarial, especialmente los servicios, que concentran la mayor fuerza laboral
“La productividad laboral de los sectores basados en ciencia (electrónica, farmacéutica, aeronáutica) se expandió a una tasa promedio anual del 1.7% entre 1990 y 2012, mientras que en los Estados Unidos estos mismos observaron un crecimiento de la productividad del 14.9%. Es decir, a pesar de que México ha transitado hacia sectores de mayor complejidad tecnológica, no ha estado acompañado por un dinamismo significativo de la productividad”, aseveró el especialista.
Para alcanzar un cambio estructural completo el financiamiento a las Mipyme es fundamental: sin embargo los obstáculos que enfrentan en el sistema financiero formal aún están muy arraigados.
