México, (Notimex).- Existen mitos y realidades de la gasolina y a pesar de la tecnología y alcance de la información, continúan diversas prácticas que buscan el ahorro de este combustible, tales como llenar el tanque del vehículo por la noche, uso de aditivos, imanes, etc.
De acuerdo con la empresa Total Lubricantes, existe una creencia generalizada de que los aditivos, imanes especiales e incluso píldoras mejoran el rendimiento de la gasolina, por lo que se debe tener en cuenta que lejos del ahorro pueden poner en riesgo el motor del automóvil.
Ante ello, la firma dio a conocer una serie de verdades acerca de este tema para conocimiento de los conductores.
- Calentar el auto antes de ponerlo en circulación no sólo consume más gasolina, sino que daña las bujías e inyectores
- Los aceites multigrado son “exclusivos” para autos nuevos; sin embargo, éstos son benéficos para automóviles usados
- “Llenar el tanque” evita pérdidas por evaporación, pero, en realidad se daña el motor
- “Presión inadecuada en las llantas” aumenta 5% el gasto de gasolina
- “Evitar acelerar bruscamente” después de haber estado en alto total, ya que se consume hasta el 50% más gasolina; lo mismo sucede en el caso del frenado violento
- “Agregar gasóleo a la gasolina”; en comparación con el diésel, ese combustible es mucho más volátil y se congela a temperaturas muy bajas, por lo que si se mezclan, se elimina la capacidad de reducción de fricciones internas de inyectores y bombas de presión, dañando prematuramente al auto
- “Agregar bolas de naftalina” en el depósito mejora el rendimiento del combustible, actualmente la gasolina tiene un alto octanaje, sin embargo, la naftalina ataca elementos de los nuevos sistemas de inyección como las juntas tóricas de los inyectores, bomba de combustible, filtros, conductos, etc.
- Es mejor “cargar gasolina por la mañana”, cierto, puesto que cuanto más frío está el ambiente, menos evaporación existe
- “A mayor velocidad, más consumo”: En general, para un avance normal la velocidad más económica está entre 70 y 90 km/h, esto se debe a que a la resistencia aerodinámica no afecta demasiado al consumo; no obstante, sobre los 100 km/h la resistencia aumenta de forma exponencial con la velocidad y en consecuencia, aumenta el consumo
- “Usa menos el freno”, frenar es desperdiciar energía que hemos gastado previamente para alcanzar una velocidad. Cuando se frena, la energía cinética (que permite el movimiento del auto) se transforma en energía térmica en los frenos, que no se puede almacenar ni aprovechar y esta es la ventaja de los híbridos: al retener la energía cinética creada para recuperar la velocidad después.