Por Aglaé Ordoñez
Desde enero de 2013 se estableció como requisito para la operación de las casas de empeño no reguladas por las autoridades financieras, la obtención de la inscripción en el Registro de Casas de Empeño a cargo de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), así como el cumplimiento de las mejores prácticas presentes en la materia.
Tales obligaciones, provienen de la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC) y los lineamientos para la operación y funcionamiento de dichas entidades, aplicables desde enero de 2013, y emitidas para evitar la publicidad engañosa y abusiva, los métodos comerciales coercitivos y desleales, así como las prácticas y cláusulas abusivas.
El funcionamiento de una casa de empeño sin la inscripción en el aludido registro actualiza la infracción, particularmente grave, contenida en el artículo 128 Bis de la LFPC, toda vez que en el evento de operar sin ese requisito, el transgresor podrá ser sujeto a una sanción consistente en clausura total o parcial hasta por 90 días y una multa oscilante entre los 133 mil 298 pesos hasta los 3 millones 732 360 pesos.
Por otro lado, la Profeco suspenderá el registro de operación de la casa de empeño cuando el proveedor utilice un contrato de adhesión distinto al vigente e inscrito, en perjuicio del consumidor, o en su caso emplee información tendiente a confundir al consumidor; no exhiba las condiciones bajo las cuales se presta el servicio, etc.
Al respecto, la Profeco dio a conocer en su boletín de prensa 0062, que de febrero a septiembre de 2015 ha sancionado a 3591 casas de empeño, 433 más que el año pasado. De igual forma, indicó que en esos ocho meses realizó 5385 visitas de verificación, 1212 más que las hechas en el 2014.
Además, se colocaron sellos de suspensión en 1875 locales, repartidos en Jalisco (78), Nuevo León (54), Guanajuato (44), Querétaro (40) y Michoacán (37), destacando como las casas de empeño más sancionadas durante este año: First Cash, Asesores y Soluciones PA (Prendamax), Ezpawn Management México, Maxi Prenda y Casa Mazatlán.
Dentro de las irregularidades más detectadas están el no exhibir por ningún medio o forma el precio por gramo para el empeño de metales preciosos, el asentar dentro del contrato de prestación de servicio un domicilio distinto al del local en donde se efectúa la operación.
De igual modo, se descubrieron irregularidades consistentes en: no exhibir el monto total a pagar en intereses, cargos y comisiones (se presentaban sin el 16 % de IVA), en utilizar contratos diversos a los registrados ante la Profeco, entre otros.
