Avances y problemas nacionales que podrían retrasar el crecimiento del país, según el CCE y la Coparmex



El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) evocó los principales problemas e inercias que “nos frenan y atrasan como nación” entre las cuales resaltan los hechos de violencia, abusos, corrupción, impunidad, violencia extrema, pobreza y desigualdad.

En un recuento de 2015, el organismo reconoció en un comunicado que, aunque no se ha “llegado al nivel que necesitamos”,  no enfrentamos los escenarios de insolvencia y recesión que tienen varios países emergentes y de nuestra región.

Por otro lado, explicó que son los hechos de violencia, abusos y corrupción e impunidad que los acompaña los que siguen enturbiando las relaciones entre los ciudadanos y entre éstos y sus propios gobiernos; con ello, erosionando la confianza.

“Los actos de violencia extrema que se presentan recurrentemente, las familias obligadas a migrar por el clima de inseguridad en algunas regiones, la polarización social que generan las secuelas de tragedias y delitos de alto impacto son elocuentes en cuanto al gran pendiente nacional: la consolidación de un Estado de derecho sólido y firme”, refirió gremio del sector privado.

Asimismo para 2016, el CCE asegura que se espera la incertidumbre persistente en la economía internacional; la politización de la agenda nacional, con 13 elecciones para gobernador, alcaldías y congresos locales correspondientes, el futurismo político y conflictos sociales que persisten.

Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) nombró los avances en la economía mexicana, como la expectativa del crecimiento para el presente año “cercano al 3%”.

“El consumo privado creció en 3.9% en términos anuales a septiembre de 2015, lo que refleja que en el alza del promedio anual de las empresas comerciales del 5.2% real al mismo mes de septiembre”,  dio a conocer Gustavo A. De Hoyos Walther, Presidente Nacional Electo 2016-2017.

Sin embargo, recalcó que habrá que cuidar el déficit fiscal y el endeudamiento del país que no son sostenibles en mediano plazo  y que pueden amenazar la estabilidad macroeconómica ya que al cierre de 2015 el saldo de deuda representa el 46.9% del PIB, mientras que para el 2016 será del 47.8%.

“Esto es un foco rojo en el tablero económico que estamos a tiempo de corregir. Hacemos un llamado a las autoridades hacendarias para vigilar”, alertó el experto.


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