El índice de precios al consumidor (INPC) durante septiembre de 2016 presentó una tasa de inflación anual de 2.97%, lo cual significó un aumento anual de 0.45%, según dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En ese aspecto, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un incremento mensual al noveno mes del año de 0.61% frente al 0.37% de septiembre de 2015.
Dentro del índice de precios no subyacente, el INPC se vio afectado por el descenso del subíndice de tarifas autorizadas por el gobierno al retroceder 0.28%
Por su parte, el comportamiento anual del índice de precios subyacente reportó un alza de 3.07% y en igual mes de 2015 las cifras correspondientes fueron de 2.38.
Al interior del índice de precios subyacente en variación mensual registró lo siguiente:
- los precios de los subíndices de las mercancías y servicios crecieron 0.65% y 0.33% respectivamente.
- por su parte, el índice de precios de mercancías no alimenticias no presentó variación
- mientras que, el de alimentos, bebidas y tabaco reportó un ascenso de 0.66%.
Por otro lado, el índice de precios de la canasta básica de consumo mostró un aumento mensual de 0.22% en septiembre de 2016.
Entre los productos con precios al alza, los que representaron mayor aumento fueron:
- el jitomate con 38.54%
- el huevo con 7.05%
- cebolla con 19.5%
- Tomate verde 23.05%
Ante esta variación, la calificadora Fitch resaltó que a pesar de la volatilidad y depreciación significativa del peso, la inflación en México se ha mantenido por debajo del punto medio del objetivo, de 3% con un margen de un punto porcentual.
“La inflación general se ha contenido gracias a la brecha negativa de producción y a la reducción de los precios de la energía y las telecomunicaciones”, subrayó Fitch.
Por otro lado la evaluadora de riesgos global informó que se ajustó a la baja sus pronósticos de crecimiento para la economía mexicana este año y en 2017, a una tasa de 2% y 2.6%, respectivamente, desde un nivel de 2.4% y 2.8 %, en ese orden.
Fitch explicó que el ajuste sucedió luego que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México fuera menor al esperado para el segundo trimestre de 2016.
De cara a la volatilidad del peso, el Banco de México aumentó ligeramente las tasas de interés, y conforme al ajuste monetario en Estados Unidos, espera aumentos nuevos en las tasas de interés para 2017.
Asimismo, prevé una reducción acelerada de la producción de petróleo, el aumento en la volatilidad a nivel internacional de manera que afecte la confianza interna y el rendimiento reducido del sector industrial en Estados Unidos, representan peligro a la baja en su pronóstico.
Además, los prospectos de crecimiento para México podrían sufrir todavía más si Estados Unidos toma una estrategia más proteccionista después de las elecciones, precisó en el documento “Pronóstico económico global-México”.