México (Notimex).- Los mexicanos nos preparamos para celebrar a los que ya no están en este mundo, la creación de calaveritas literarias, los disfraces y la fiesta en torno a la conmemoración del día de muertos.
Sin embargo, la pregunta es qué tan preparados estamos para afrontarla la muerte, preguntas que pocas veces o quizá nunca nos hacemos, y más allá de cómo vivirán nuestros seres queridos, la cuestión sería cómo le harán los familiares para pagar los gastos funerarios.
De ahí que la revista Proteja su dinero recomienda pensar en contratar un seguro de vida y más cuando se trata de un jefe de familia, ya que los gastos funerarios no están contemplados en un hogar, incluso cuando generan un desembolso que podría afectar la economía familiar.
La publicación de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) recuerda que la muerte de un familiar es un suceso difícil de superar emocionalmente, por lo que un seguro ayuda a no tener que preocuparse por los gastos del sepelio y el futuro de los beneficiarios.
“Pese a que el objetivo principal de estos seguros es proteger a la familia, también amparan económicamente en caso de que la persona llegue a sufrir algún tipo de invalidez total y permanente que le impida seguir trabajando” agregó en su página web.
De ahí que sugirió que antes de contratar un servicio es necesario informarse y comparar que las coberturas se adapten a las necesidades, además de asignar de forma precisa a los beneficiarios, estableciendo el porcentaje de la suma asegurada para cada persona.
Refirió que en caso de que el beneficiario sea un menor de edad, se debe nombrar a un adulto para cobrar la indemnización, pues las legislaciones civiles previenen la forma en que deben designarse tutores, albaceas, representantes de herederos u otros cargos similares y no consideran al contrato del seguro como un instrumento adecuado para tal designación.
También agregó que después de contratar un seguro se debe informar a la familia las características de éste y el lugar en donde se guarda la póliza, además de considerar que es necesario el pago puntual del servicio para evitar su cancelación.
“Lo único seguro en la vida es la muerte y los impuestos”, subrayó Benjamín Franklin, por lo que es mejor estar preparado para no dejar problemas a los que se quedan en este mundo.