Por Enrique Torres
Aproximadamente existen 4,000 funerarias en el país, de las cuales el 60% operan en la informalidad y de estas, el 30% son “piratas”, señaló el director jurídico del Consejo Mexicano de Empresas de Servicios Funerarios (Comesef), Tomás Romero.
Romero explicó que “la muerte es un mercado que deja al año unos 12,000 millones de pesos (mdp) en ventas, y por la falta de previsión del mexicano, buena parte caen en manos de empresas que operan en la informalidad (…) ya que hay empresas que se aprovechan de la situación de las familias, ofrecen un costo y al final aumentan el precio hasta 30% sobre lo acordado”.
En promedio 20% de las funerarias cuentan con los estándares de calidad y cumplimiento de normas sanitarias y permisos; sin embargo, las informales carecen de algún permiso sanitario, el pago de impuestos, mal estado de carrozas y transporte de dolientes.
Además, el llamado “buitreo” o la práctica entre personal de hospitales, agencias del Ministerio Público, policías, y ambulancias que trabajan en contubernio con las funerarias irregulares puesto que les avisan cuando una persona fallece, a cambio de una comisión por la contratación.
El director general de las funerarias J. García López, Oscar Padilla, coincidió en que “muchas veces el de la funeraria se entera de la muerte de una persona, primero que el familiar, porque están coludidos con personal de los hospitales”. Es de señalar que según el Inegi, las cifras decesos en 2014 registraron más de 633,000 muertes.
Por otro lado, Romero detalló que sólo 2% de los mexicanos cuenta con un plan de previsión funeraria, lo que podría evitar una desfalque económico, “cuando no se tiene un plan funerario, los afectados sufren además de la crisis emocional, una financiera, ya que las familias se descapitalizan por intentar resolver de manera inmediata esta situación”; pero, en el último par de años ese tipo de contratos aumentaron solo 5 a 10% anual.
Finalmente, Padilla apuntó que “contar con un plan de previsión reduce el costo hasta tres veces (…) un plan de servicios funerarios se ocupa en promedio 10 años después de la compra, que al final resulta en un ahorro para las familias".
Con información de Expansión