Por Aglaé Ordoñez
La International Organization for Standarization (ISO) publicó la primer norma mundial para combatir los sobornos: la ISO 37001: Anti-Bribery Management Systems misma que contará con una versión en español a finales de este año a principios del 2017.
Su adopción es voluntaria, en virtud de que se trata de una norma estandarizada proveniente de un organismo autónomo, pero con su adopción las compañías reducirán sus riesgos y costos relacionados con los sobornos, al ayudarles a prevenirlos, detectarlos y mitigarlos.
El presidente del proyecto, Neill Stanbury, indicó que el grado de riesgo de soborno que puede afrontar una organización varía según los factores como el tamaño, los países y sectores en los que opere, así como la naturaleza, escala y complejidad de sus operaciones
Una de las bondades de esta norma es que gracias a que es una disposición estandarizada es posible aplicarla en todo tipo de organizaciones, sin menoscabo del tamaño o giro comercial.
Al respecto, el socio director nacional de Baker & McKenzie señaló que este método prevé las políticas, procesos y controles de organizaciones públicas y privadas; además, brindará un factor de mayor credibilidad en el cumplimiento en materia de anti sobornos y anti corrupción.
Otra de las ventajas de la ISO 37001 es que al ser una herramienta internacionalmente reconocida, facilitará que las empresas mexicanas celebren negocios con similares nacionales de otros países de forma más transparente, por ende, con menores cargas regulatorias al hacer manifiesto que cumplen con las normas mínimas como la Foreign Corrupt Practice Act de los Estados Unidos de América, la cual prohíbe a las compañías norteamericanas propiciar, directa o indirectamente, el soborno a funcionarios públicos en el extranjero para verse beneficiadas, o la Ley Antisoborno del Reino Unido que, aunada a la prohibición de dádivas indebidas, responsabiliza directamente a las corporaciones que no cuenten con un programa de anti sobornos eficaz.
La ISO 37001 también establecerá las normas pertinentes a seguir en el liderazgo de la alta dirección, la designación de una persona encargada de verificar el cumplimiento del modelo de compliance adoptado, evaluación del riesgo de soborno, junto con la elaboración de due dilligence como requisito previo a la realización de proyectos, controles financieros y comerciales, etc.
Sin duda alguna, en un país como México, en el que la percepción de corrupción es tan alta, contar con una norma que ayude a combatir la presencia de sobornos es un gran aliado, aún cuando diversos expertos critican la inviabilidad de una estandarización, ya que los actos que implican al cohecho son tan diversos que es imposible homogeneizarlos.