La Cámara de Diputados desechó la iniciativa del Ejecutivo federal que proponía que cualquier persona mayor de 18 años tiene derecho a contraer matrimonio sin importar origen étnico o nacional, género, discapacidades, condición social, condiciones de salud, religión, preferencias sexuales, o cualquier otra que atente contra la dignidad humana.
Con argumentos como que las entidades federativas son competentes para legislar en la materia y que “no se puede desarrollar una familia sin procreación”, el dictamen obtuvo 19 votos en contra, 8 a favor y una abstención, por lo que se consideró definitivamente concluido.
Debido al cálculo político electoral, se dio marcha atrás a una iniciativa que podría denominarse progresista, consideró el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Guadalupe Acosta Naranjo del PRD.
Señaló que la reforma, la cual cumple con todos los requerimientos para modificar la Constitución, amplía los derechos humanos que han sido parte de una lucha milenaria.
“Es absurdo decir que porque se trata de una materia civil, la discusión debe irse a los estados. Tenemos la oportunidad de tutelarlos, respaldarlos y ampliarlos, lo otro es una argucia para evitar manifestarse sobre algo”, sostuvo.
Del PVEM, Lorena Corona Valdés dijo que su partido no se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo; sin embargo, argumentó que en términos del artículo 124 de la Constitución Política, las entidades federativas son competentes para legislar en la materia.
Así coincidió el diputado Cándido Ochoa Rojas del mismo partido cuyo voto fue en contra del dictamen por considerar que incluye contradicciones y que la unión de las personas es un apartado regulado en los códigos civiles estatales.
“Cómo se va a desarrollar la familia si la exposición de motivos dice que la procreación no es un elemento decisivo del matrimonio”, cuestionó.
El diputado de Acción Nacional, Javier Antonio Neblina Vega, consideró innecesaria una modificación a la Carta Magna para regular el matrimonio entre personas del mismo sexo: el camino adecuado son los Congresos locales quienes tienen a su cargo las reformas a sus códigos civiles, por lo que informó que su voto sería en contra.
La diputada Norma Edith Martínez Guzmán (PES) manifestó su postura en contra del dictamen, al contener inconsistencias, por ejemplo, al pretender que el matrimonio civil tiene como objetivo garantizar el amor.
El principal problema, sostuvo, es que se legalizaría un experimento que no tiene nada de científico; “una compensación a una minoría de grupos privilegiados discriminados”.