Por Estefanía Camacho
La idea de vivir solo e independizarte puede sonar muy tentadora: vivir bajo tus propias reglas, cerca de tus amigos, de tu trabajo o de los lugares que frecuentas. Pero ¿tus finanzas son sanas? Revisa las siguientes recomendaciones monetarias que puedes aplicar para que esta nueva etapa no termine como si fueras personaje de película navideña: solo en casa con un desastre.
La transición hacia la adultez implica, entre otras cosas, desarrollar una vida independiente en términos económicos y sociales, a pesar de que se estima que el 55.2% de los jóvenes salen del hogar principal, antes de cumplir los 20 años, de acuerdo con cifras del INEGI.
Primer paso: ¿De cuánto dinero dispones?
Considera cuál es tu ingreso, lo ideal es destinar en el pago de la renta cuando mucho un 25 % de tus ingresos, de acuerdo con Sofía Macías, escritora y consultora en educación financiera.
“Y, aunque parece complicado, piensa que vivir por lo menos con el 70 % de tus ingresos va a ser duro y si eres una persona con deudas de tarjeta de crédito, la verdad también conviene que sanes esas deudas antes de empezar a independizarte”, comentó en entrevista con IDC Asesor Jurídico y Fiscal la autora del bestseller “Pequeño Cerdo Capitalista”.
Entre los consejos que ofrece Sofía Macías para hacer un presupuesto que te permita vivir con finanzas sanas en esta nueva fase es...
En la parte de arriba de una hoja, escribe el monto total de tus ingresos. Escribir, gasto y ahorro. En gastos, ve bajando las categorías desde lo más relevante a lo menos. Por ejemplo renta, comida, gas, luz, Internet y al final los gastos que menos imprescindibles son. De esta manera es más fácil detectar que hay gastos que podrían hasta eliminarse.
“Varios meses antes de dejar la casa de tus padres, puedes hacer presupuestos de los gastos actuales y los posibles gastos futuros. El mayor secreto para irte a vivir solo y que de verdad puedas permanecer independiente, es conocer el tema de los gastos y tener un fondo de emergencias”, recordó la también periodista de finanzas.
¿Completamente solo?
Si es la primera vez que sales de tu casa de origen y ya encontraste el lugar perfecto en una zona accesible, puedes pensar en esquemas para compartir con amigos o compañeros de cuarto que encuentres de manera segura a través de plataformas especiales.
No te dejes llevar por la zona de moda, ya que podría ser un área con precios de renta altamente cotizados por un espacio en el que apenas y podrás dar dos pasos; explora las opciones que puedan ser más accesibles y se ajusten a tus necesidades.
Muebles
Aquí la pregunta clave es ¿deberé usar una tarjeta de crédito para comprar algunos? La respuesta impredecible es: sí. Pero debes analizar con seriedad qué es lo que más necesitas y también agotar todos tus recursos.
“Luego la gente prefiere consolas de videojuegos a un refrigerador y en su lugar, una hielera de unicel. Quizá al primer mes, comprar un electrodoméstico. También se vale buscar quién te pueda donar algo o si puedes encontrarlo en un mercado de segunda mano, porque es un proceso de poco a poco: formar un hogar”, analizó la especialista.
Sí vale la pena que tengas una tarjeta de crédito para comprar un electrodoméstico o mueble importante para tu casa, aunque si usas meses sin intereses, sé selectivo en qué artículo lo aplicarás, pues no es lo mismo un florero no tan necesario a un colchón, incluso.
Recuerda que el uso de la tarjeta de crédito te generará un historial crediticio por si tus planes a largo plazo incluyen poder comprar una casa.