Es de imperiosa necesidad que el Sistema Nacional Anticorrupción derive en cambios políticos mediante el reordenamiento y redistribución del poder político, lo que daría lugar a una socialización de la cultura de la legalidad, la denuncia de actos ilícitos, la simplificación administrativa, la elevación de los niveles educativos, el fortalecimiento del sistema de investigación y persecución del delito, indicó el Instituto Belisario Domínguez (IBD).
Los medios de comunicación y la transparencia son elementos clave en los niveles de conocimiento de los actos de corrupción y con ello la exigencia de sanciones para el combate.
En ese sentido, el Senado de la República y la Cámara de Diputados buscan fortalecer los organismos encargados de velar por la rendición de cuentas y para la creación de instrumentos que aseguren el combate frontal a la corrupción y la impunidad, razón por lo que se creó la Fiscalía Anticorrupción, que entrará en vigor con el nombramiento del titular.
De acuerdo con algunos estudios México se encuentra entre los países con mayores problemas de corrupción en Latinoamérica, y tiene grados muy altos en el pago de sobornos, percepción de la corrupción y escasa confianza en las medidas gubernamentales para su combate.
Asimismo, se reveló que nueve de cada diez mexicanos mayores de 15 años (92%) piensan que en México hay corrupción, y casi el 65% cree que en el futuro será mayor pese a que el 71% manifestó no ser afectados por ella recientemente.
“De acuerdo con Transparencia Internacional los países que se encuentran en los primeros lugares del Índice de Percepción de Corrupción --Dinamarca, Finlandia o Suecia-- presentan características comunes: altos niveles de libertad de prensa, de transparencia y de integridad de quienes ocupan cargos públicos, así como un poder judicial imparcial e independiente; mientras que los países que se encuentran en los últimos lugares de la lista --Somalia, Corea del Norte y Afganistán-- tienen una deficiente gobernabilidad, instituciones frágiles y una falta de independencia de los medios de comunicación, además de los conflictos bélicos”.
Así, el IBD destacó que la Fiscalía Anticorrupción pretende ser una unidad adscrita a la Procuraduría General de la República (PGR), encargada de investigar y perseguir los delitos relacionados a la corrupción de competencia federal y cualquier violación cometido por los servidores públicos federales.
