La propagación de contenido falso se ha convertido en un gran problema en el ciberespacio, regularlo e intentar restringirlo implica un reto por demás complicado, ya que hay una delgada línea entre lo que es la libertad de expresión y el derecho a la información.
Las redes sociales se crearon con la intención de que se compartiera información entre usuarios, nunca se ha detallado si esa información debe ser verdadera o falsa, y de ser esta última si eso implica una sanción. Sin embargo, el abuso en la propagación de contenido falso ha conllevado a que sea indispensable fijar ciertos límites a los datos que se difunden en medios digitales.
En fechas recientes se propagaron diversas noticias falsas en torno a la elección presidencial en los Estados Unidos de América (EUA), como que el Papa Francisco apoyo la campaña de Donald Trump o que un agente del FBI se había suicidado durante una investigación a la candidata Hillary Clinton.
La desinformación generada en redes sociales provocó en Washington D.C. el arresto de un hombre por lanzar disparos en una pizzería, ya que había leído que en ese lugar se traficaba con menores.
Dos de las principales compañías en Internet, Facebook y Google buscan establecer un frente común para combatir la propagación de noticias falsas. Se afirma que ese contenido pudo influir en el resultado de la pasada elección presidencial en EUA.
México no es la excepción a este problema, pues en el año pasado se detectaron las siguientes eventualidades:
- promotores de créditos que publican préstamos en la plataforma a nombre de la firma de KU-BO Financiero, S.A. de C.V., S.F.P. que resultan ser fraudulentos; su modus operandi radica en la solicitud de documentos y la entrega del 10 % del total de crédito requerido mediante depósito bancario como garantía
- el SAT detectó un mensaje en el que se invita a los contribuyentes a obtener su firma electrónica (e.firma), acudiendo a sus oficinas con acta de nacimiento, comprobante de domicilio, RFC y CURP para tramitarla y entregarla junto con su contraseña a cambio de 800 pesos
- igualmente, la citada dependencia ubicó perfiles que se hacen pasar por sus áreas para ofrecer vehículos en venta; uno de ellos es una página de Internet llamada “Aduana de México” la cual no tiene relación legitima con el gobierno federal
Pese a lo anterior, es cuestionable en qué medida puede considerarse a una red social como una fuente de información verídica. En el ciberespacio existen un número inimaginable de sitios tanto con información verdadera como falsa, y estos últimos no necesariamente tienen como objetivo desinformar a las personas; muchos de ellos son para fines recreativos o que pueden ser catalogados como simples bromas.
Un ejemplo de ello, puede ser que se publique en un portal que una figura pública reconocida ha sido acusada de cometer algún delito. Si bien puede ser considerada una broma, esa publicación puede generar consecuencias graves, ya que quienes lean ese contenido podrían tomarlo como cierto y etiquetar a la persona como un posible delincuente, con la consecuente afectarán a su reputación e imagen.
Facebook ha comenzado a desarrollar una herramienta que puede identificar ese tipo de contenido. En Alemania, donde se realizarán elecciones en otoño, la empresa ha lanzado un servicio de confirmación de noticias.
De este modo se comenzará a verificar y marcar contenido falso. La decisión tiene también un sustento económico debido a que los legisladores alemanes están considerando incluir en la normatividad local, la imposición de multas a las redes sociales que permitan la difusión de noticias apócrifas; el monto de estas llegaría a ser hasta por 500,000 euros por cada noticia filtrada sin comprobar que sea fidedigna.
La herramienta funcionará de la siguiente manera:
1. los usuarios reportarán el contenido
2. una organización llamada Corretiv recibe la alerta
3. la empresa revisa el contenido, y
4. lo etiqueta como verdadero o falso
El gigante de las redes sociales se encuentra buscando socios de verificación en otros países para también implementar la herramienta y con ello se combata integralmente la desinformación generada. Igualmente promoverá la educación mediática para que sus usuarios vayan aprendiendo a diferenciar las noticias verdaderas de aquellas que no lo son.
El director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg admitió que su empresa se ha encontrado bajo presión a nivel interno y externo por la difusión de noticias incorrectas y carentes de veracidad, por ello se prohibió que todas las cuentas o páginas web que publican ese tipo de contenido usen la plataforma para ganar dinero.
En la actualización de sus políticas, estipuló que no se desplegarán anuncios publicitarios de sitios que muestren información ilegal o engañosa, incluyendo en particular los portales de noticias falsas.
Además, se publicaron diversas estrategias que se aplicarán para el combate a estos actos:
- detección mediante la clasificación de la desinformación, lo que implica mejores sistemas técnicos para denotar lo que la gente podría señalar como falso antes de que lo hagan
- facilitar el sistema de denuncia de noticias falsas
- verificación por empresas dedicadas exclusivamente a la identificación de noticias falsas, tal es el caso el contrato con la firma “Fact-Checking” que al localizarlas se marcarán como falsas
- avisar de las publicaciones calificadas como falsas para que los usuarios sean advertidos antes de leer dicha información
- mejorar la calidad de los artículos relacionados en el feed de noticias mediante mayores controles
- asfixiar la economía de quienes buscan lucrar mediante la negación de los beneficios publicitarios, y
- escuchar a periodistas y miembros de la industria para conocer sus puntos de vista en temas concretos
Por su parte, Google implementó medidas similares, ya que restringió la publicidad a los sitios que transmiten noticias falsas, lo que se traducirá en pérdidas de ganancias para muchos promotores.
Facebook ha reconocido que tiene un problema con las noticias falsas, el contenido de poca calidad que provoca confusiones, y el uso de imágenes inadecuadas, ya esta intentando de alguna manera solucionarlo poniendo alto a la publicidad y al contenido en general de ese tipo. Sin embargo, ello no la vuelve responsable de la desinformación, porque la red social simplemente es una plataforma para compartir información. Al aplicar este tipo de controles pudiera caerse incluso en censura; si bien se está apoyando tanto en algoritmos como en vigilancia humana para identificar artículos sospechosos, es una postura un tanto riesgosa.
Las redes sociales fueron creadas para compartir información, no necesariamente esta tiene que ser verídica; hay miles de sitios en Internet con contenido cómico basado en hechos falsos, eso no significa que su objetivo sea desinformar y que deban ser vetados o restringidos, quienes deben serlo son aquellos cuya intencionalidad es manifiesta en buscar inducir al error, a la confusión, a la paranoia o generar histeria colectiva. Indudable es que eso es difícil de identificar y de demostrar en muchos supuestos, pero no por ello imposible, y que resulta riesgosa la postura actual de sancionar al medio para que este censure un contenido que puede o no ser nocivo. Lo que no puede negarse es que los gigantes de la tecnología tienen un gran poder para distribuir información dentro de la población y por ello debe examinarse y monitorearse por parte de quien lo publica o lo comparte, teniendo en cuenta las consecuencias que pudiera generar.