El jefe del banco central de México, Agustín Carstens Carstens, dijo que en enero, cuando el peso estaba débil por la inminente llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, la entidad tuvo que considerar en cambiar sus estrategias para defender a la moneda mexicana debido a los mensajes de Twitter del mandatario.
En una comparecencia ante el Senado, Carstens dijo que a comienzos del año el banco vendió 2,000 millones de dólares de reservas para sostener al peso, en una acción que tuvo poco efecto porque los mercados estaban muy volátiles y había mucha incertidumbre respecto a Trump.
"Lo voy a decir así, de una manera muy llana: con dos tuits que ya sabemos de quién (Trump), el efecto (de la venta de dólares) se desvaneció", dijo Carstens sonriendo.
"Entonces fue allí precisamente donde pensamos que, en vez de usar moneda dura, como los dólares, sería mejor movernos a un esquema en el cual habría posibilidades de ofrecer coberturas sin quemar el parque", explicó.
A inicios de enero, el banco intervino directamente en el mercado con la venta de 2,000 millones de dólares luego de que el peso tocara un valor mínimo histórico tras conocerse que la fabricante de autos estadounidense Ford cancelaba la construcción de una nueva planta en México.
Poco a poco el peso mexicano se ha ido recuperando y Carstens dijo durante la comparecencia que aún está subvaluado luego de la fuerte recuperación que tuvo en marzo y que tiene espacio para apreciarse más.
Explicó a las y los senadores que la inflación se ubicó en la primera quincena de marzo en 5.29%; no obstante, se espera que estos “choques” sean temporales, debido a su propia naturaleza y a las acciones que ha emprendido el banco central.
Carstens indicó que espera que para final de año la inflación sea de 5.5%; además señaló que el mercado y los analistas estiman que en 2018 baje de manera muy rápida, para que se ubique entre 3.7% y 3.8%; es decir, regresará a niveles adecuados cuando pase la temporalidad.
Con información de Reuters.