Por Carmen Luna
Los bancos, las casas de bolsa y sociedades de inversión son los grandes ganadores cada vez México sale a los mercados a colocar deuda, y no es por la tasa de interés sino porque se presume que se coluden para sacar ventaja sobre la SHCP y al Banco de México (Banxico).
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) inició una investigación por posibles prácticas monopólicas en el mercado de intermediación de deuda gubernamental ya que esta implica desde la manipulación de precios, restricción o limitación de la oferta o la demanda por los intermediarios financieros.
Refirió que si se comprueba una colusión, el daño al erario y a los inversionistas podría haber una afectación grave, dado que aproximadamente se negocian 100,000 millones de pesos diarios; además de que los agentes podrían ser multados hasta con el 10% de sus ingresos y las personas físicas podrían recibir prisión hasta por 10 años.
Por su parte, el director general de la firma Visor Financiero, Joel Martínez, esto “es una práctica relativamente común. Las mesas de dinero de los bancos se pueden poner de acuerdo para alterar los precios. Lo que puede estar pasando es que ahora es mucho más escandaloso de lo normal y seguramente el gobierno ya se ha visto perjudicado porque coloca deuda (que le cuesta) más cara”.
Por ejemplo, tan solo el total de circulación de valores gubernamentales como Cetes, Udibonos, bonos a largo plazo, Bondes suman 6.20 billones de pesos (bdp) es decir, el 65% está en manos de inversionistas mexicanos, 35% en extranjeros y 21% en las Afores, según datos de Banxico.
Los bancos y casas de bolsa que compran la deuda tienen sistemas electrónicos con Banxico, que es el agente colocador y son los que podrían influir en la formación de precios y tasas para recibir un beneficio. Esto es, cuando hacienda necesita colocar deuda, se ponen de acuerdo para pagar un menor precio o conseguir que les pague una mayor tasa de interés y cuando las mesas de dinero quieren revender esos valores o permutarlos (pasarlos de corto a largo plazo) se coluden para venderlos más caros y pagar una menor tasa.
El mercado de deuda gubernamental opera bajo la batuta y la vigilancia de Hacienda y Banxico. Una vez que el Congreso autoriza los montos de endeudamiento, Hacienda determina las condiciones para contratar el financiamiento y Banxico se encarga de la emisión de estos valores, es decir, actúa como agente financiero del gobierno.
Con información de Expansión