Cinco habilidades digitales para el trabajo

Actualmente las empresas ya no solo buscan personal que posea los conocimientos técnicos propios de sus carreras, sino que prefieren a aquellos profesionistas que cuenten con destrezas y habilidades electrónicas que les permitan mejorar el rendimiento de sus negocios.

En ese sentido, la consultora OCC Mundial señaló que los consorcios en todo el mundo enfrentan una revolución digital que transformó a la búsqueda de candidatos para las vacantes.

Ante esa situación la firma RocaSalvatella divulgó su informe de competencias clave para tener éxito en los siguientes años al trabajar, por ello te presentamos las cinco habilidades que debes de desarrollar.

Gestión de la información

En los últimos dos años se ha generado el 90 % de la información total que existe en internet. Una de las cualidades más valoradas en los empleados del futuro será saber filtrar toda la avalancha de datos, a fin de ayudar a las organizaciones a tomar decisiones inteligentes.

Visión estratégica

“Sabemos que con la tecnología la palabra cambio es una constante: los mercados se vuelven versátiles y mutables en un abrir y cerrar de ojos. Con tal panorama, los profesionales capaces de comprender y prevenir esos cambios tendrán un plus en su perfil laboral”, recalcó la consultora.

Aprendizaje continuo

De acuerdo con Manpower Group, los conocimientos de un universitario recién egresado sólo tienen 2 años de vigencia.

En ese tenor, la especialización se convirtió en uno de los vehículos de la innovación y el crecimiento dentro de las empresas. Seguir aprendiendo, más que una ventaja, se ha convertido en una condición para adaptarse a los nuevos tiempos.

Comunicación digital

En esta era se buscan colaboradores que participen activamente en espacios virtuales, creando contenido de valor, opiniones y aportaciones de interés para los públicos internos y externos de las compañías.

Orientación al cliente

Uno de los cambios más significativos entre los negocios y sus clientes se ha dado con las redes sociales. Gracias a ellas, éstos últimos tienen voz y voto en los productos que consumen, lo que obliga a las industrias a escucharlos e interactuar con ellos para mantener su atención y preferencia.