Desafíos de ser una mujer emprendedora

Cómo incorporar la perspectiva de género en el interior de una empresa, según Inmujeres

Seis de cada 10 personas prefiere estar bajo la jefatura de una mujer
 Seis de cada 10 personas prefiere estar bajo la jefatura de una mujer  (Foto: Redacción)

Hablar de mujeres emprendedoras es también hablar de la igualdad de género en el país. Existe una necesidad de analizar las actividades empresariales desde la perspectiva de género, tanto por la presencia preponderante de las mujeres en las Mipymes, así como los temas que aquejan a este sector emprendedor.

Las mujeres se encuentran subrepresentadas en el sector empresarial, ya que sólo el 2.5% del total de la población femenina ocupada son empresarias, en comparación con el 6% de los hombres, de acuerdo con el Informe Global de la Brecha de Género 2014.

El documento califica a 142 países en términos de participación y oportunidades económicas entre hombres y mujeres, entre los cuales, México se sitúa en el lugar 120.

En ese aspecto, la incorporación de la perspectiva de género en las relaciones al interior de la empresa es un proceso que comprende la participación de mujeres y hombres por igual  y requiere de los siguientes aspectos, según el Instituto Nacional de las Mujeres:

  • Reconocer las relaciones inequitativas entre los sexos al interior de las organizaciones productivas y que afectan en mayor medida a las mujeres.
  • Combatir la falta de equidad visibilizando las diferencias en el acceso a los puestos de decisión y el control de los recursos que intervienen en el proceso productivo
  • -Involucrar a mujeres y hombres en actividades que motiven relaciones más equitativas y constructivas en el proceso de producción.  
  • Establecer en un plano de equidad e igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres

PRINCIPALES DESAFÍOS

Tan sólo en México casi 37,000 mujeres son empleadoras en comparación con los 159,000 hombres, según los indicadores de ocupación y empleo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

  • Sin embargo, uno de los principales retos señalado por el Inmujeres es que, en la medida en que las empresas aumentan de tamaño, la participación de la mujer se reduce de manera notoria hasta prácticamente desaparecer, como ocurre comúnmente en las grandes empresas.
  • El informe también señala que, según varios estudios, los niveles de cartera vencida de instituciones y organismos no gubernamentales que financian proyectos de mujeres, son poco variables y significativamente inferiores a los que registran las instituciones que financian proyectos de hombres. A pesar de eso, en México tres de cinco Pymes que se abren están lideradas por mujeres y estas aportan el 27% al PIB, según la SHCP y el INEGI.
  • Las propietarias de pequeñas empresas trabajan a menudo con datos cuantitativos insuficientes o, en el mejor de los casos, mínimos. En el afán de ahorrar recursos suele prescindir de sistemas y tecnologías de información, deficiencia que se percibe cuando la empresa alcanza una etapa de crecimiento.
  • Las mujeres tienen menos posibilidades de obtener créditos bancarios, más aún, la mitad de las mujeres empresarias ni siquiera ha intentado obtener alguno
  • En México, las mujeres ocupan el 31% de los puestos de alta dirección en México, es decir, no alcanzan a integrar siquiera la mitad de los miembros; además, 1 mujer por cada 10 hombres tiene participación en los puestos directivos.

Datos a la mano: El Informe sobre el Desarrollo Mundial 2011 del Banco Mundial sugiere que la productividad podría aumentar hasta un 25% en algunos países si las barreras discriminatorias contra las mujeres desaparecieran.