La comunicación en las relaciones de trabajo se puede ver afectada cuando los interlocutores fijan asociaciones erróneas entre los componentes de las vivencias que hubiesen experimentado y los utilizan como regla; para el área de la programación neurolingüística (PNL) estas son las denominadas distorsiones, mismas que pueden contenerse si se aplican ciertas técnicas.
Juan M. Valledor Duco, ingeniero industrial experto en administración y gestión de empresas, en el tema: Cómo usar la PNL para ser más efectivo en su trabajo describe que aquellas implican las siguientes circunstancias y posibles soluciones.
Acusación
El hablante echa la culpa de su suerte al entorno, para él su estado de ánimo y sentimientos lo producen otros sujetos, pero realmente lo que le sucedió es que permitió que el medio decida sus emociones, colocando el problema fuera de su “circulo de influencia”.
Frase |
Interrogante a realizar |
“Me pones nervioso” |
¿Cómo lo hago? ¿de qué manera? |
“Esta empresa me quita las ganas” |
¿Cómo lo hace la organización? |
Si el individuo reconoce el conflicto (que está ansioso o carece de deseos) propiamente acepta que ello es su responsabilidad y recupera el poder de decidir al respecto.
Interpretación
Significa relacionar dos aseveraciones, formando sinónimos, pero muchas veces ese vínculo es erróneo y dará lugar a malentendidos; este ejercicio nace en el diálogo interno de cada persona alimentando la inseguridad y los puntos negativos que visualiza de sí misma, se refuerza lo que se quiere ver y no se comprueba si existe realmente ese aspecto. Esto impide cambiar tal visión.
Frase |
Interrogante a realizar |
Mi jefe me habla con voz tensa, obviamente está enojado conmigo |
¿Por qué tengo que suponer que si se dirige a mí de esa forma está molesto conmigo? |
No está sonriendo, entonces no le caigo bien |
¿Aún si le cayera bien, por qué tienen que sonreír? |
Mi jefe abrió la puerta de un tirón, debe venir a señalarme que hice algo mal |
¿Por qué supongo esta situación? ¿Hice algo mal? |
También se distingue el patrón aludido cuando la persona utiliza las expresiones: “sé por qué hiciste eso”; “solo dijiste eso para hacerme enojar”, y “veo que estás molesto”; este defecto conlleva la emisión de un juicio personal, ante el cual es mejor cuestionar al otro sujeto sobre el comportamiento observado sin hacer dilucidaciones.
En tal virtud, al acabar las distorsiones, a través de preguntas como las propuestas, se ayudará a generar un ambiente laboral armónico basado en la honestidad y el enfoque en los procesos productivos.