Presentismo afecta crecimiento empresarial

Es una actitud silenciosa de los subordinados que realmente no permite la evolución de las organizaciones

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Las compañías no solo se ven impactadas en su rendimiento por las inasistencias de sus subordinados sino también cuando alguno de ellos, desde el primer minuto y hasta el último de su horario se distraen y mantienen su mente lejos de sus responsabilidades, causando que la productividad se reduzca o no incremente.

El capital humano dentro de las organizaciones es indispensable, pero depende de su calidad la puesta en marcha de las negociaciones y la producción de las ganancias perseguidas; no solo se trata de que aquel llegue puntual; sino que su participación en las actividades diarias sea oportuna para la evolución de ambas partes.

Así, se puede hablar del presentismo como un hecho que incide en el crecimiento corporativo e individual. Por las afectaciones que acarrea enseguida se fija su definición; los eventos que lo ocasionan; la manera en que daña a los colaboradores; las tácticas para detectarlo y prevenirlo, y sus consecuencias en la esfera jurídica de los empleadores y sus colaboradores.

Concepto de presentismo

De acuerdo con José Luis Casero, asesor empresarial español en su obra Presentismo es el “conjunto de actitudes y prácticas que suponen la dedicación de una parte significativa de la jornada laboral a actividades que no tienen ninguna relación con las tareas propias del puesto de trabajo”.

Los centros de trabajo cuentan con un número determinado de personas y de ellas se espera la realización de las tareas para las que son contratadas, de manera íntegra y dentro de ciertos parámetros de calidad.

Cuando aquellas se ausentan se afecta la productividad por la ruptura del ritmo de las labores propias de cada trabajador y se daña el rendimiento de las empresas en el supuesto de que sí concurren diariamente a sus lugares de desempeño, pero sufren el denominado síndrome de la silla caliente, es decir, dejan pasar el tiempo sin hacer nada productivo o incluso incrementan las horas de estancia para proyectar falsamente que prestan servicios más allá del término de su jornada.

Factores que lo originan

En este fenómeno el personal cumple los horarios de trabajo pactados en los contratos individuales o colectivos, porque tienen miedo a perder el empleo y no se arriesgan a ser rescindidos, pero acuden con poca o sin motivación.

Para José Luis Casero, en el referido estudio y Ricardo Fernández García, experto en el campo de desarrollo de personal en su trabajo El presentismo laboral. Una amenaza silenciosa, las causas que pueden generarlo son diversas, entre estas se pueden señalar las siguientes:

  • existen sentimientos de indolencia por parte de los jefes o estos permiten que los colaboradores voluntariamente alarguen sus jornadas de trabajo, porque valoran que aquellos “no salgan en punto de la hora de fin de la jornada”
  • los trabajadores, desconocen las fases de los proyectos u ocupan más tiempo en hacer sus tareas, argumentando que son complejas y por ello requieren mayor esfuerzo, sin que esto suceda
  • subsiste ignorancia de las organizaciones y el personal, en cuanto a los requerimientos de la vida privada y familiar, así como de los horarios y las reuniones
  • presencia de inconvenientes generados por el clima organizacional
  • falta de promociones o ascensos en el organigrama. Aquí se ubican las actividades repetitivas o monótonas
  • prevalencia de problemas existentes en el mercado laboral, o
  • sobrevienen, a los asalariados, conflictos en el ámbito familiar o individual que los lleva a conversar sobre los mismos en su horario de trabajo

Es importante que las compañías revisen si ellas mismas fomentan el presentismo; un indicio es que vivan el espejismo de que el aumento de la jornada conlleva un incremento de la productividad; de hecho tienen que valorar: prestar los servicios por más lapsos tiende a disminuir el aprovechamiento y que la pretensión de los operarios al aceptar esta visión no mejora su rendimiento. 

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Consecuencias en los subordinados

El presentismo trastoca al subordinado porque les puede afectar la:

  • salud. Para la Organización Mundial de la Salud, esta es el estado de bienestar físico, mental y social que tiene toda persona que lo practica y supone que el implicado carece de equilibrio en los ámbitos familiar, social y laboral. Gozar de una buena sanidad conlleva el desarrollo del individuo en congruencia con su entorno, y el trabajo es parte de él; por ende, este último no debe rebasarlo, y
  • calidad de sus competencias técnicas. Los patrones tienen la obligación de evaluar periódicamente a sus trabajadores y observar si existen reducciones en su rendimiento y conocimientos

Formas de detección

Según Marcos de Antonio García, especialista en medicina del trabajo, en el tema: Problemática multifuncional del absentismo laboral, el presentismo y la procastinación en las estructuras en que se desenvuelve el trabajador, la forma de identificar este fenómeno es evaluar los resultados individuales del subordinado y no del equipo, porque es muy posible que los compañeros de los presentistas realicen el trabajo de estos.

Ricardo Fernández García precisa que al implementarse los sistemas de gestión de la calidad el fenómeno es visto como un error reiterado, desconocido o aleatorio; esto es lo reconocen como un componente en la variabilidad de los procesos, que se expresa como un factor de la incertidumbre de la medición de esos esquemas, pero no como un hecho a estudiar.

Por ejemplo, analizan las reclamaciones de los clientes, y entonces, observan que tienen al personal poco concentrado. Esto por sí mismo conlleva alterar el control de la calidad, pues dicho indicador queda incompleto o deficiente.

Medidas para evitar el presentismo

De acuerdo con José Luis Casero y Ricardo Fernández García, para mitigar este obstáculo las empresas pueden ejercer las siguientes acciones:

  • promover la segmentación de proyectos. Implica que en cada fase de los trabajos se creen medidores de resultados para facilitar la evaluación del desempeño de los subordinados.
    Es menester que la plantilla aprenda a identificar las actividades urgentes o importantes de cada día y evaluar las labores que inmediatamente deben desarrollar o las que es posible que deleguen. Esto contribuirá a que eliminen los pendientes y progresen en la conclusión de los trabajos
  • establecer objetivos. Conlleva marcar metas concretas a los empleados que les permitan tener claras las prioridades, llevar a cabo sus tareas cotidianas con más eficiencia, tener una cultura de orientación a logros (lo importante no es efectuar actividades, sino conseguir objetivos; asimismo la propia compañía debe plantearse los propios, diseñándolos para que sean alcanzables)
  • fomentar la capacidad de pedir ayuda. Exige canalizar al personal hacia el reconocimiento de “tareas desbordadas”; y por ende, a que deleguen o soliciten apoyo de sus compañeros o superiores, haciéndoles ver que esto no los convierte en malos elementos sino parte de un trabajo en equipo que contribuye a la cooperación
  • contar con un plan de gestión de carrera realista. Implementar que la evolución de cada individuo integrante de la compañía cuente con vías de desarrollo futuro y trace itinerarios formativos y de sucesión
  • gestar una política motivacional. Requiere observar que en muchos casos, la carencia de incentivos es el factor determinante del presentismo. Para aplicarla las compañías deben descubrir las acciones que les ayudarán a aumentar la satisfacción de sus empleados e implantar acciones concretas; sin embargo entre las más apreciadas está la flexibilidad horaria, porque permite que los subordinados compaginen su vida familiar con la profesional
  • mantener una comunicación fluida con los superiores. Impone enseñar a los colaboradores a decir a sus jefes que el ritmo o volumen de las labores es alto, pues al ser directa esta comunicación, los segundos contarán con información certera sobre el particular
  • implementar controles informáticos. Fijar límites a la libre navegación en Internet, para aumentar la productividad. Si bien grandes empresas han tolerado que sus trabajadores utilicen la red global, también lo es que están expuestas a que el rendimiento sea dañado.
    Ante este fenómeno en la práctica se tiende a implementar mecanismos tales como: la restricción para acceder a sitios digitales pornográficos, de exhibición de películas y software, de búsquedas de trabajo o de compras online.
    Es preciso observar que esta dinámica puede producir la intervención de las organizaciones en el equipo informático de los empleados; de ahí que las empresas necesitan comunicar a estos, desde el inicio de sus lazos laborales que serán objeto de este tipo de inspecciones y centrarse en la revisión de los equipos o dispositivos con los cuales aquellos desempeñan sus funciones, pues se pueden enfrentar con la objeción de una posible invasión a la privacidad, y
  • adicionar un programa de prevención médica. Es el caso del desarrollo de campañas  para evitar enfermedades estacionales. También diseñar programas de difusión sobre las bondades de llevar una alimentación adecuada y practicar ejercicio
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Efectos laborales del presentismo

Este fenómeno conlleva una conducta deficiente de los subalternos; por ende, es necesario que las empresas tengan en cuenta cada caso en particular porque al no prestarse correctamente el servicio contratado puede encuadrar en alguna de las causales de rescisión del vínculo laboral con el subordinado que la ejecuta, por parte del patrón y sin responsabilidad para este, consistente en la falta de probidad para desempeñar con integridad y esmero las actividades o por mostrar desobediencia a las instrucciones que le ordenó la compañía  (arts. 47, fraccs. II y XI y 134, fraccs. III y IV, LFT).

Derivado de este despido, la empresa solo tendría que cubrir las partes proporcionales de aguinaldo, vacaciones, la prima de vacaciones y la de antigüedad –12 días por cada año de servicio prestado, topado a dos veces el salario mínimo–, por concepto de finiquito (arts. 76; 79; 80; 87, y 162, fracc. III, LFT). 

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Conclusión

Tanto los patrones como sus trabajadores son generadores de los factores que dan lugar al presentismo, por ello, es recomendable que ambos asuman el compromiso de efectuar periódicamente autoevaluaciones, por cuyos resultados se encuentren aptitud de conocer si están en peligro de incurrir en ese fenómeno y corregir lo que sea preciso para acabarlo.

Finalmente, aunque la LFT le da a los patrones la oportunidad de prescindir de los sujetos que afectan la generación de ganancias, también lo es que el crecimiento de las empresas no depende exclusivamente de aquellos, sino también de las estrategias que los primeros implementen con el propósito de conjugar los esfuerzos de todos los elementos que los integran.