Sistema educativo ¿a favor de patrones y trabajadores?

Es algo más que el objeto de un programa o una política estatal, es la base de las soluciones; los mecanismos creativos, las conversaciones asertivas y las comunicaciones más productivas

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 .  (Foto: Getty)

Se ha planteado que en la actualidad este país experimenta cambios trascendentales, desde un proceso electoral hasta la violencia y delincuencia; por ende, todos los mexicanos aspiramos a mejorar nuestra nación. Para ello, una acción indispensable es la disciplina, porque a partir de ella es factible alcanzar los objetivos, y en este contexto, los patrones y sus trabajadores también deben seguirla para abonar a este progreso conjuntamente con la educación.

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La educación es otra pieza fundamental para mitigar o evitar muchos de los problemas coyunturales que presenta nuestro país, y más aún en la propia convivencia y vida social; la calidad de la que se recibe en las aulas y en el hogar generará, de forma sistemática, la posibilidad de entenderse con otros individuos y exigir a las instituciones correspondientes lo que se deba.

Se requiere que la reestructura del sistema educativo implica que el alumno, de cualquier grado, sea el objetivo principal y no la materia en sí; es decir, en el que se desarrolle y expanda su creatividad, su pensamiento crítico y analítico, su talento –en cualquiera de sus dimensiones y habilidades personales-, su inteligencia emocional, la forma de resolver conflictos, la comunicación asertiva, entre otros importantes temas que hoy los jóvenes, los políticos, los subordinados y los centros de trabajos, requieren de manera urgente y, con eficacia y eficiencia.

Es ineludible señalar la necesidad de un magisterio reconocido y capacitado constantemente, por especialistas de diversas áreas, dado que ellos no son todólogos y se requiere la conjunción de esfuerzos de muchos profesionales. Sobra decir, que los maestros debieran ser de los trabajadores mejor pagados, dado que en ellos se deposita la instrucción y la cátedra de temas que en algún momento serán las respuestas a nuestras diversas problemáticas como país y sociedad, sin olvidar que son pieza fundamental en la formación y el forjamiento de individuos que serán los responsables del futuro de la nación.

La educación también debe ser vista, como el medio por el cual, el sujeto voluntariamente decide ampliar su libertad intelectual, misma que conlleva a cuestionar los aspectos y decisiones que desde su realidad son opuestos y en detrimento de su realidad objetiva y cuando aquella es procurada en ámbitos como el laboral, debe seguirse mediante una disciplina constante.

Afortunadamente, a diferencia del pasado, las diversas tecnologías digitales permiten estar en constante estudio y actualización y esto puede ayudar a la formación que los patrones deben brindar a su plantilla laboral.

E n este sentido depende de la disciplina de cada uno y su deseo por aportar a los retos corporativos y de la sociedad: las soluciones; las alternativas; los mecanismos creativos, las conversaciones asertivas; las comunicaciones más productivas en la gestión de acuerdos y peticiones en todos los ámbitos, incluido el laboral.

Se debe romper el paradigma que por mucho tiempo ha imperado en México: “Prohibido Pensar, Obligado a Creer”.