Turismo permite una reconstrucción laboral

Razón por la que esta industria representa una oportunidad para mejorar el mercado del trabajo

(Foto: Cuarto Oscuro)
 (Foto: Cuarto Oscuro)  (Foto: Redacción)

A pesar de las dificultades internas de México, como la inseguridad, y de su panorama internacional incierto (como la renegociación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos de América), existen grandes destellos de esperanza para reactivar la economía interior y las oportunidades de trabajo.

Una de esas señales claramente apunta al desarrollo del sector de los servicios, pues las actividades en las divisiones agropecuarias e industrial, en general, han quedado rezagadas ante las exigencias del dinamismo de la competitividad internacional.

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El Estado mexicano, desde finales del siglo XX y principios de este (con la entrada de la globalización), no ha comprendido aún que para tener un desarrollo pujante, debe pensar globalmente y actuar localmente; así se nos presenta el fenómeno de la “glocalización”, como un tema de reflexión para los pueblos, para darles a conocer el escenario mundial y que tomen, con toda lucidez, su representación en él, de acuerdo con sus ventajas comparativas y con lo que puedan aportar. En otras palabras, la glocalización permite conocer que todo país necesita fortalecer su estructura interna, según las demandas que exige el movimiento global.

Cada una de las naciones debe tomar conciencia de sus fortalezas y de sus áreas de oportunidad. En abril dio conocer, de manera preliminar, por diversas fuentes de información, que esta nación se ubica, actualmente, en el sexto lugar de la lista de países con el mayor número de visitantes extranjeros del ranking de la Organización Mundial de Turismo (OMT), ya que cerró en el 2017 con 39.3 millones de turistas extranjeros en su haber. La misma OMT, en semanas próximas, hará este anuncio oficial.

Si, como se ha mencionado, los sectores primario y secundario mexicanos han sido rebasados visiblemente por competidores que han ganado terreno en la dinámica global (razones, entre otras, por las que disminuye la inversión y aumenta el desempleo en este país), es momento de dar un golpe de timón y mirar nuestras fortalezas, para enrolarlo en un adecuado ejercicio de la competitividad internacional y de mejora interna.

El sector de los servicios, específicamente el turístico, puede tener una prospección considerable y un amplio refugio para lograr este cometido (indistintamente si se habla de turismo nacional o internacional).

Con lo anterior, la fuerza de trabajo mexicana tendría una acción palpitante en diversos quehaceres; como ejemplos se tienen los siguientes:

  • restaurantes, hoteles, bares, etcétera
  • mano de obra para la construcción de recintos turísticos, vías de acceso, puentes, carreteras, etcétera
  • planeación y adecuación de nuevos espacios turísticos
  • actividad cambiaria y bursátil
  • limpieza y mantenimiento de lugares turísticos y de sus vías de comunicación
  • seguridad
  • salud
  • capacitación referente al turismo y a su recepción
  • profesionales en diversas áreas (contratación, recursos humanos, habilidades técnicas, ingeniería, gastronomía, guía turística, mercadotecnia, etcétera), y
  • transporte y comunicación, entre otros

Por fortuna, cada vez más ojos en el mundo voltean a contemplar las maravillas que ofrecen la República Mexicana y su gente y, así, deciden emprender una visita. Nosotros, como mexicanos, debemos aprovechar las bondades que por naturaleza y mérito se nos han otorgado, para seguir escalando en la creciente pendiente hacia el bienestar.