Las formas de trabajo deben ser dinámicas para acercarse a la productividad; las jornadas laborales, en cuanto al tiempo se refiere, no necesariamente implican un desarrollo productivo en las empresas.
Los incentivos que pueda tener el colaborador juegan un papel fundamental, porque el salario, las prestaciones y las ganancias económicas son necesarias, obligatorias y satisfactorias, pero, en muchos casos, no son lo suficientemente estimulantes para alcanzar las metas o cumplir con los objetivos.
Así, se hace referencia al salario emocional, como un sistema de factores motivadores otorgado por el empleador, hacia sus empleados, en aras de obtener mejor rendimiento y productividad, porque el enfoque hacia el recurso humano (como principal elemento de una organización) es la cuestión primordial.
Los colaboradores buscan interacción, crecimiento, desarrollo humano, convivencia, compañerismo, liderazgo, entre otros temas. Si bien el punto esencial para contratar a un individuo e incorporarlo a una organización es su labor y el cúmulo de habilidades que pueda manifestar en esta, por naturaleza humana necesitará, periódicamente, de nuevos satisfactores que cubran sus anhelos y expectativas, no solamente económicas sino anímicas.
Así, las empresas que no tengan previsto este escenario, estarán destinadas a poseer, paulatinamente, un ambiente laboral viciado tendiente a la improductividad y a la conducción de los objetivos por la vía rezagada.
De esta suerte, en pleno fervor mundialista, los patrones pueden tener una nueva oportunidad de incluir en sus procesos los alicientes requeridos por sus auxiliares, y acercarlos a la complacencia emocional al brindarles tiempo efectivo de convivencia entre sus pares y superiores y disfrutar, en un espacio temporal breve, una partida de futbol.
Ello es así porque implica otorgar salario emocional, sumándose a otras tácticas como las señaladas enseguida:
- flexibilidad laboral
- realización de eventos de recreación que involucren a todo el factor humano de las compañías
- organización de eventos que involucren a la familia de los colaboradores
- programación de actividades deportivas
- celebración de conmemoraciones importantes de la organización y del cumplimiento de objetivos
- otorgar reconocimiento al desempeño laboral, y
- abrir espacios (en tiempo y lugar) para escuchar a los empleados, entre otros
Se debe recordar que unos minutos dedicados a la atención emocional del personal pueden otorgar una productividad creciente a la empresa y un desarrollo humano sólido para todos los trabajadores.