Ventajas de tener políticas en materia de recursos humanos

Es viable implementar reglas internas que encaucen a los trabajadores a la productividad y la solución de problemas, a partir de sus habilidades

Preámbulo

Las empresas cotidianamente sortean diversos obstáculos y retos por varios motivos, siendo el económico el más importante; por ello, en ocasiones deben dictar directrices que les permitan orientar a su personal hacia las metas propuestas.

No se trata solo de crear códigos de observancia obligatoria, sino de una política empresarial (PE) que ayude a cohesionar el esfuerzo del capital humano de una organización, a través del establecimiento claro de las acciones que este debe desplegar para sostener su rentabilidad y enfrentar los obstáculos presentados.

Pueden existir varias clases de PE, siendo las de naturaleza monetaria (para lograr ahorros) las que más preocupan a quienes presiden las organizaciones, pero las alusivas a los recursos humanos son indispensables de idear, implementar y difundir entre los colaboradores, porque ellos sopesan gran parte de los referidos conflictos y, hasta cierto punto, son quienes coadyuvan a sacar adelante a las organizaciones.

En este contexto, para los patrones es un desafío enlazar las diferentes formas de pensar de los subordinados, pues a partir de sus experiencias y edad, marcan las reacciones que tienen al prestar sus servicios; por ejemplo con los millenials es viable cuestionarse si una PE es la opción para ayudarlos a interactuar con todos los grupos que concurren en un centro de trabajo.

Así las cosas, para determinar lo que implica una PE, la maestra Alma Skinfill, psicóloga experta en desarrollo de personal, a continuación explica en qué consiste una PE y las especies que hay; describe los pasos para su elaboración; señala el factor que coadyuva a las PE de tipo financiero, y propone la estrategia para consolidar las competencias de los perfiles de las personas que laboran para las organizaciones.

¿Qué son las políticas corporativas?

Las PE son un componente esencial para el funcionamiento de las compañías, porque sin las reglas de juego, tendrían un desorden interno.

Su concepto puede ser amplio, y a veces, complejo de entender; sin embargo, es viable decir que las PE son:

  • conjunto de principios que una empresa se compromete a cumplir
  • visión que una negociación tiene de sí misma (cómo está enfocada)
  • criterios de ejecución que complementan el logro de los objetivos y facilitan la implementación de las estrategias
  • directrices básicas o específicas alusivas a: el comportamiento; el procedimiento; las tareas adecuadas que se espera de todos los colaboradores y las encaminadas a cumplir la política organizacional.
  • Igualmente es preciso que se relacionen las responsabilidades de cada área y miembros del organigrama
  • lineamientos generales a observar en la toma de decisiones sobre algún problema que se repite dentro de una empresa, y
  • reflejan la filosofía corporativa, la identidad empresarial y, claro, los valores y los procesos que orienten la acción de una compañía, tanto de cara al exterior, como a nivel interno

Estos lineamientos deben ser dictados desde el nivel jerárquico más alto de la compañía y ser acatados por la totalidad de sus integrantes; por ende, tienen que ser divulgados en cada uno de los niveles de la estructura.

Tipos de PE

Dentro de una organización se pueden determinar las siguientes políticas:

  • generales, las aplicadas en todos los puestos de la compañía, son de alto impacto o criticidad. Por ejemplo, las de presupuesto; las de compensación; las de gastos; las de viajes; las de seguridad de la información, entre otras, y
  • específicas, son las utilizadas en determinados procesos que están delimitados por su alcance. Muestra de ello son: las de ventas; las de compras; las de inventario, etc.
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 .  (Foto: IDC)

Fases de creación de una PE

Su emisión depende de cada caso, porque entran en juego: la clase de compañía; la especie de producto; los valores corporativos, y otros; existe un proceso genérico de elaboración, enseguida se resumen estos pasos:

PE de austeridad en recursos humanos y materiales

Convergen reglas que ayudan a mantener una cultura de ahorro hablando principalmente de satisfactores materiales.

Por ejemplo, una PE de gastos, tiene como fin definir directrices claras en relación con el control de egresos, cuidando que sean razonables, necesarios y nunca exagerados.

Existen PE de austeridad desde la óptica de gobierno; pero tratándose de entes privados, es común que la conservación o la moderación sean temas culturales y de gestión en los cuales los trabajadores se solidaricen para reducir gastos innecesarios y garantizar un manejo eficiente de recursos, distinguiéndose por su excelencia, sencillez y sobriedad.

Por otro lado, si la organización está en una crisis financiera por alguna caída de ventas o factores externos como la alza del tipo de cambio; sin duda, su objetivo sería disminuir sus gastos y esto se traduce en un ajuste a los viajes, las comidas con clientes, los eventos para los trabajadores, y la más crítica, la reducción de su personal.

Además es importante que cuando la empresa pasa por una excelente racha financiera ahorre para cuando se presenten imprevistos; es decir, durante las vacas gordas, es cuando se debe pensar en que pueden llegar las vacas flacas.

El desafío es lograr ajustar el negocio al tamaño del mercado, sin necesidad de eliminar plazas de trabajo; descubrir ideas innovadoras para incrementar la productividad sin afectar el empleo; buscando la mejora de los procesos haciendo más con menos.

Igualmente es preciso no descuidar la comunicación; en momentos de austeridad es necesario contar con un manejo efectivo de la interacción con los clientes; los proveedores; la administración, y los subordinados para poder tomar decisiones en conjunto.

El silencio o la falta de contacto pueden ser dañinos y está comprobado que si los trabajadores tienen una percepción negativa, como la idea de perder su puesto o tener un futuro incierto, esto impacta desfavorablemente el ambiente laboral y la productividad.

PE para adaptación millenials

La llamada generación millennial es un fenómeno en las empresas y uno de los rubros de mayor interés.

Es importante que las empresas y generaciones como baby boomers o generación X adapten sus políticas de gestión y sus estilos de liderazgo a las características únicas de la generación nacida entre 1980 y 2000.

Para el año 2025, los millennial representarán el 75 % de la población trabajadora del mundo; por tanto, es vital que los patrones se adapten a los rasgos particulares de esta generación con acciones y medidas concretas. Entre las características distintivas de estos sujetos se pueden considerar las siguientes:

  • el trabajo debe realizarse de manera que apliquen sus experiencias y sus conocimientos puedan trascender y tener una contribución significativa, tanto en la organización como en el mundo.

Las mejores empresas para trabajar se destacan por inspirar al pesonal con base en misiones y filosofías; y a través del coaching de los líderes, quienes infunden entre sus subordinados la trascendencia de las funciones que se llevan a cabo.

Los valores cobran un papel relevante porque son personas sumamente críticas que esperan altos estándares de las compañías; por lo que para ellos es importante la credibilidad de sus mentores y de las compañías.

La congruencia y credibilidad es un aspecto apreciado por dichas generaciones, en el sentido de que los dirigentes cumplan sus promesas y que sus palabras coincidan con sus acciones.

Las organizaciones están conscientes de ello; por ende, están capacitando a sus líderes para que sean modelos a seguir y que tengan las competencias necesarias para dialogar y llegar a acuerdos con sus equipos de trabajo

  • de acuerdo con su pensamiento necesitan que sus superiores tengan un contacto abierto con ellos, que los alienten y los guíen, y
  • son personas altamente colaborativas y sociales, que presentan un gran interés por compartir. Buscan la oportunidad de aportar y trabajar en equipo con compañeros de otras áreas funcionales, otras oficinas, otras edades e inclusive otros países

Por estas razones, las empresas que se precien de perfeccionar sus condiciones, deben ampliar cada vez más sus opciones de desarrollo; promoviendo la implementación de procesos institucionales de plan de carrera (horizontal y vertical), mentoring, coaching, así como de adquisición y mejoramiento de habilidades más allá de la formación tradicional, por medio de programas de cross-training, e-learning, foros interactivos, programas de intercambio, entre otros.

El saber qué es lo que mueve a los millenials, es una herramienta útil para entender cómo potenciar sus competencias; por ello, más que implementar una PE para transitar entre generaciones es sensibilizar y establecer una nueva cultura en las compañías.

Lo anterior es un reto, pero también una oportunidad para adaptarse a este cambio de generaciones, al sensibilizar y crear una sinergia a través de mejores prácticas y tendencias para laborar, en las cuales converjan las aptitudes y la diversidad de los subordinados.

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 .  (Foto: IDC)

Conclusión

Las PE materializan la forma de ser y de actuar de las organizaciones y en ellas se contienen las acciones y los procesos que los empleados deben seguir, tanto en épocas de calma, como en las de crisis, para evitar el debacle financiero.

Dichas directrices deben ser emitidas y divulgadas para que sean conocidas por el capital humano y así se obtenga una respuesta adecuada a la filosofía, visión, y objetivos corporativos; más importante aun, porque debe darse certeza a los trabajadores con la finalidad de que ellos no disminuyan su esfuerzo diario.

Por otra parte, la fijación de una cultura de integración entre los individuos que conforman la plantilla laboral, tendiente a armonizar las habilidades de cada generación de colaboradores que coincide en los procesos del establecimiento de trabajo y eso aporta un dinamismo necesario para hacer frente a cualquier desafío que se suscite.