Teoría de la administración integral del capital humano

Fomentar el desarrollo del personal y dar un sentido humano a la relación laboral redunda en mejores organizaciones y sociedades

El concepto capital humano tiene origen en la teoría económica clásica. No se trata, como pudieran pensar algunos, de un término equivalente o evolucionado del que los clásicos de la administración llamaban recursos humanos.

Cuando en la doctrina de la ciencia económica se estableció que los factores necesarios para producir bienes y servicios eran la tierra, la fuerza de trabajo y el capital, se tenían claros los alcances de cada uno de estos conceptos.

Existen teóricos que añaden otros factores productivos como la tecnología – algunos consideran que es parte del capital - y la organización de los recursos, pues postulan que en sí misma, debiese considerarse como un factor.

En esa tesitura, el capital humano no es la persona en sí, sino un valor adicional del individuo, que se crea con educación, experiencia y un adecuado estado de salud de él y de su familia. Esto ocurre como consecuencia de diversas inversiones realizadas por él o por una empresa - cuando existe una relación laboral- con el ánimo de añadirle mejores condiciones para el trabajo.

Teoría económica y capital humano

El origen de la economía como disciplina de estudio científico, se ubica en la obra denominada Investigación sobre la naturaleza y causas de la riqueza de las naciones, escrita y publicada por el economista escocés Adam Smith en 1776.  Por este trabajo se le reconoce como el padre de la economía moderna.

Sin profundizar en análisis generales de sus alcances –la obra de Smith ha sido base de la obra científica de múltiples teóricos alrededor del mundo- nos centraremos en los conceptos emitidos respecto del capital humano, al que en ese entonces no se denominó así.

Cuando el británico refería a las diferencias salariales en el mercado, consideraba al aprendizaje como uno de los principales factores a evaluar. Para soportar este planteamiento manifestó lo siguiente:

“Cuando se construye una máquina muy costosa, se espera que la operación, la actuación extraordinaria de la misma, hasta su total amortización, repondrá el capital invertido y procurará, por lo menos, el beneficio corriente.

Un hombre educado a costa de mucho trabajo y de mucho tiempo, en uno de aquellos oficios que requieren una pericia y destreza extraordinarias, se puede comparar con una de estas máquinas costosas.

La tarea que él aprende a ejecutar, hay que esperar le devuelva, por encima de los salarios usuales del trabajo ordinario, los gastos completos de su educación y, por lo menos, los beneficios correspondientes a un capital de esa cuantía.

Es necesario, además, que todo ello acaezca en un periodo de tiempo razonable, habida cuenta de lo muy incierta que es la duración de la vida humana, a

diferencia de lo que ocurre con la máquina, cuya duración es predecible.”

Aun y cuando Adam Smith no expuso de una manera más extensa esta fórmula ni le otorgó denominación alguna, se considera que la forma en que plasmó sus ideas fue la semilla que un par de siglos después detonó la teoría del capital humano.

Sin embargo, la analogía empleada por Smith denomina al concepto que se analiza, con sustento en las siguientes premisas:

  • la máquina a la que alude en su ejemplo es parte del factor de la producción llamado capital
  • la fuerza de trabajo está representada por seres humanos, a quienes se les adiciona valor con educación como puede ocurrir con las máquinas o cualquier otro activo
  • se menciona en La riqueza de las naciones que existe un capital fijo invertido en las personas –el que corresponde a la educación– y que este es inseparable de quien la recibe, por lo cual, esta inversión debe recibir la denominación de capital humano

Educación y nivel de vida

La educación forma mejores personas, mejores profesionistas y trabajadores, pues desarrolla aptitudes e incluso actitudes del ser humano que no se tenían previamente. 

La generalidad de individuos con educación obtiene mejores ingresos como consecuencia del esfuerzo y recursos dedicados a capacitarse, lo cual ha ocurrido en todas las épocas y latitudes del mundo.

Lo anterior sin demeritar casos particulares de personajes con características excepcionales que exceden el promedio de cualidades del resto y que por tanto destacan sin una formación técnica o profesional superior.

Existe gran variedad de casos de sujetos que sin formación escolar alcanzan mejores estratos de vida y otras tantas, aparentemente capacitadas, sin los ingresos promedio que podrían esperarse de ellas, casos que sin duda son la excepción que confirma la regla.

Teoría del capital humano en el siglo XX

Se considera como punto de partida real de la teoría del capital humano la conferencia impartida por Theodore W. Schultz en la American Economic Association en 1960.

En este foro el término fue utilizado por primera vez equiparándolo a educación y formación para el trabajo.  En coincidencia con las ideas de Smith en la Riqueza de las Naciones, Schultz manifestó en aquella histórica cita:

“...al invertir en sí mismos, los seres humanos aumentan el campo de sus posibilidades. Es un camino por el cual los hombres pueden aumentar su bienestar”

A partir de estas ideas se desarrolló la Teoría del Capital Humano con particular énfasis en considerar a la educación como una inversión. Uno de los aspectos más importantes del modelo era el acceso a la educación y a la salud, conceptos que podían definir los ingresos futuros del trabajador y la rentabilidad que este podía suponer para una organización.

De forma particular, Schultz manifestó la siguiente idea respecto del tema:

“Propongo tratar la educación como una inversión en el hombre y tratar sus consecuencias como una forma de capital. Como la educación viene a formar parte de la persona que la recibe, me referiré a ella como capital humano.”

De conformidad con estos planteamientos, la población evoluciona cuando sus conocimientos son más amplios y se invierte en salud, sobre todo si esto ocurre con los estratos económicos más bajos.

En función de esta idea, postula que la gente capacitada debe considerarse como un recurso escaso y que para formar capital humano debe haber una inversión e incurrirse en erogaciones diversas. Schultz es nombrado Nobel de Economía en 1979, razón por la cual sus hipótesis toman un auge inusitado alrededor del mundo.

Gary Becker, otro economista estadounidense, desarrolla con amplitud los principales conceptos vertidos por Schultz respecto del capital humano y recibe un Premio Nobel por ello en 1992.

Aunque coincide en los aspectos centrales de la teoría, adiciona términos y valoraciones que pretenden perfeccionar y explicar de forma más amplia lo propuesto por sus antecesores.

Define al capital humano como el conjunto de capacidades productivas que una persona puede adquirir a través del tiempo por efecto de conocimientos particulares o de carácter general. Establece una relación directa entre las sociedades con más educación y los países con mayores niveles de desarrollo e incluso explica una menor fertilidad en los estados con mejor formación académica, como consecuencia de decisiones económicas.

Esto nos remite a la necesidad de valorar en los individuos el conocimiento y las habilidades que les son inherentes como consecuencia de la educación que han recibido. 

De igual forma es importante la salud y calidad en sus hábitos de trabajo manifestada en la experiencia que adquieren por la acción continuada en un mismo empleo.

Capital humano y experiencia

La teoría del capital humano ya había sido formulada por Schultz y mejorada por Becker cuando el economista polaco Jacob Mincer la adoptó como objeto de estudio.

Retomando los conceptos ya vertidos, Mincer tiene como principal mérito valorar el camino que recorrió la teoría del capital humano en su desarrollo, exponiendo que rompió con paradigmas vinculados a la esencia de la economía, entre otros:

  • la idea de que el factor de la producción denominado capital solo puede referir a bienes o conceptos físicos
  • el postulado que considera que a trabajo igual (en tiempo y en aparentes equivalencias) corresponde salario igual, mismo que adopta otro carácter por la calidad del trabajo que se genera con educación y experiencia.

A este respecto, su percepción de la teoría del capital humano contempla los siguientes supuestos:

  • las personas tienen diferentes niveles y características por la educación que reciben en el hogar
  • la educación adquirida fuera del núcleo familiar y la orientada al trabajo difiere entre los individuos por múltiples factores
  • cada individuo es producto de educación heredada y adquirida
  • la educación varía en países y épocas, lo que explica en buena medida fenómenos económicos

 En ese análisis del capital humano Mincer estudia las capacidades que se adquieren y como desarrollarlas mediante educación formal e informal, es decir, las que surgen en virtud de:

  • estudios escolares
  • características del núcleo familiar
  • experiencia y;
  • movilidad del individuo en el mercado laboral, que le genera conocimientos diversos

 Es reconocida la función de ingresos de Mincer, en virtud de la cual explica mediante una ecuación, el nivel salarial condicionado por la escolaridad y la experiencia, que además demuestra con gran variedad de ejemplos.

Adaptación de las teorías del capital humano

De acuerdo con lo descrito, las teorías que explican las características y los beneficios de formar capital humano surgieron hace más de 200 años, pero fueron retomadas por diversos economistas en la segunda mitad del siglo pasado, en estudios que pretendían demostrar los alcances de la educación, la salud y la experiencia en el contexto macroeconómico.

La época en que las teorías económicas del capital humano tomaban auge, en México, un estudiante de contabilidad conocía sus fundamentos y vivía en carne propia los efectos de capacitarse en el ámbito profesional y personal.  Convencido de los alcances de una mejor educación, decidió llevar estos conceptos al plano de los hechos adaptándolos al medio ambiente económico y cultural del país.

En aquellos tiempos, el hoy reconocido profesionista y empresario mexicano, Raúl Beyruti Sánchez,  decidió aderezar con ideas propias y revolucionarias los planteamientos conceptuales de las teorías del capital humano y aplicarlos en beneficio de los trabajadores nacionales.  

A través de más de 35 años de experiencia, ha comprendido que los fundamentos de estos renombrados economistas, requieren de una participación activa de los sectores público y privado para generar beneficios reales y concretos.

Los esfuerzos del Estado mexicano por lograr una población con acceso a educación y esquemas de salud de calidad, no fructifican por diversos factores económicos, políticos, sociales y culturales. Ni siquiera existe un acuerdo respecto del camino a seguir o de las acciones que promoverán un mejor nivel académico en la población.

Mediante esquemas probados en el ejercicio cotidiano, Beyruti demostró que las teorías del capital humano no solo son ciertas y comprobables, sino indispensables en el medio empresarial, por lo que decidió hacer su propia versión, que ha sido plasmada en su libro Teoría de la Administración Integral del Capital Humano, ADINCAH de Raúl Beyruti, en el cual participamos como coautores los doctores Raúl Navarrete Pizaña y Jaime A. Flores Sandoval.  

Administración integral del capital humano

Fomentar la educación y con ello mejorar las condiciones intelectuales y las competencias laborales de una persona tiene una lógica irrefutable.  Establecer condiciones para hacerlo en complemento a las políticas públicas en la materia, no es un tema que se presente con frecuencia en la iniciativa privada.  Por lo menos no como una filosofía institucional, en un ámbito en que el lucro rige el destino de las empresas.

A pesar de que se trata de una obligación legal, no todas las empresas apuestan por la capacitación como herramienta para mejorar su operación y optimizar las características de sus trabajadores, renuncian a la posibilidad de generar capital humano con pretextos de índole diversa.

En ADINCAH de Raúl Beyruti, se exponen conceptos económicos que explican ampliamente el significado del capital humano, la importancia de los procesos administrativos para fomentar su creación, el marco legal que rodea al concepto en México y una propuesta del tratamiento contable que debería recibir en Normas de Información Financiera (NIF).

Así como se valora a diversos teóricos alrededor del mundo y se aprecian sus contenidos y aportaciones al conocimiento, debieran ser reconocidos los alcances prácticos de la administración integral del capital humano y lo que logra por los individuos que operan en un medio ambiente bajo su aplicación.

Pilares deontológicos de la teoría de Raúl Beyruti

En el contexto de la economía mexicana, los fundamentos de la administración integral del capital humano pueden encontrar un campo propicio para su aplicación. 

Los esquemas educativos y de salud del sector público tienen carencias significativas que deben abatirse, para ello se requiere la intervención de la iniciativa privada, que no participa por no contar con elementos para hacerlo o por no tener esa percepción del problema.

En las teorías del capital humano, la educación, la salud y la experiencia fomentan el desarrollo de seres humanos productivos y generadores de mejores condiciones de vida para ellos y su núcleo familiar. 

En la Teoría de la Administración Integral del Capital Humano, Beyruti añade elementos de necesaria ejecución para que la realidad este aparejada a las descripciones conceptuales, a los que denomina pilares deontológicos. Estos preceptos sumados a los originales, le han permitido lograr el éxito empresarial y participar en el desarrollo de miles de trabajadores en México y en distintos países del continente americano.  Los citados pilares son:

 

  • educación. Se fomenta que los trabajadores tengan un mejor nivel académico mediante alianzas, instituciones educativas que son parte del grupo empresarial y convenios con organizaciones que permiten a su personal culminar cualquier etapa escolar pendiente (primaria, secundaria y preparatoria)
  • Aunado a los programas oficiales, los trabajadores al amparo de la ADINCAH tienen acceso a seguros de gastos médicos, esquemas preventivos y correctivos, convenios con farmacias, clínicas y centros de salud que complementan sus necesidades.
  • Si bien es cierto que este podría asociarse a un esquema de salud, se le considera como un pilar independiente porque fomenta mejores condiciones no solo en términos físicos sino también intelectuales y culturales. Existe una gran variedad de convenios y empresas filiales que permiten que los trabajadores participen en actividades deportivas.
  • formación de patrimonio y protección del mismo. Si un trabajador percibe mejores ingresos, tiene un nivel cultural más elevado y preserva su salud en buenas condiciones, requerirá condiciones para formar un patrimonio y posteriormente conservarlo. Por ello, se establecen alianzas con instituciones financieras (bancos y aseguradoras) y se cuenta con especialistas para apoyar a los trabajadores a generar un patrimonio y conservarlo con el mínimo de riesgos.

Algo que debe valorarse en la teoría, además de que su creador es mexicano,  es que puede apreciarse como aplicado en más de 170,000 trabajadores, número que crece día con día por los beneficios que ofrece a empresas y trabajadores. 

¿Todas las empresas pueden recurrir a la ADINCAH?

Los planteamientos de la teoría parecen ajenos a la generalidad de las empresas, considerando que implicaría una alta especialización en tareas que no están al alcance de cualquier ente.  Una de las bondades del concepto, es que cualquier esquema de negocios puede incorporar a su operación los beneficios del sistema. 

La Teoría expone la posibilidad de administrar integralmente al personal mediante esquemas de subcontratación, con lo cual se facilitan los procesos vinculados, delegando múltiples funciones en empresas especializadas y con amplia experiencia en el tema.

En México, el trabajo en régimen de subcontratación al que indebidamente se sigue denominando outsourcing, es un esquema al que se ha estigmatizado y valorado indebidamente.

Esta mecánica de delegar funciones de una empresa - no prioritarias en su operación - en terceros especializados, puede ser ideal para realizarlas con personal sumamente calificado en el que se fomentan mejores condiciones de vida, que coadyuvan al logro de los objetivos empresariales.

Si los procesos de selección, reclutamiento, contratación, capacitación, administración y gestión de necesidades de los trabajadores se delegan en una empresa dedicada a la administración integral, ella se encargará de crear capital humano, ofrecer condiciones de vida adecuadas y mejorar integralmente a las personas.

Recurriendo a este esquema, las empresas podrán dedicarse de forma plena al ejercicio de sus actividades esenciales y buscar con mayores posibilidades el éxito en su sector de negocio.

Tal ha sido el impacto de la Teoría en México, que dos proyectos legislativos en 2017, de fracciones parlamentarias diferentes, consideraron incluir los preceptos de la administración integral del capital humano a la Ley Federal del Trabajo, como medio idóneo para reconocer la calidad de patrón de una empresa contratista, situación objeto de múltiples controversias desde las reformas de 2012. 

Conclusiones

El capital humano implica una serie de capacidades del hombre que en principio desarrolla como consecuencia de una iniciativa personal, pero que en etapas más avanzadas requiere de la participación de entes externos como el Estado y la iniciativa privada.

De conformidad con diversos teóricos de la economía, los elementos que integran al capital humano son  educación, salud y experiencia.  En México un estudioso del concepto añadió deporte y la formación de un patrimonio como pilares en su conformación y trasladó a la práctica sus postulados teóricos.

El camino ha sido arduo, pero los resultados evidencian que la teoría de la administración integral del capital humano es una realidad y que la participación de la iniciativa privada en esquemas de educación, salud, deporte y formación de patrimonio, ordinariamente imputables al Estado, pueden generar mejores condiciones de vida en el ser humano y crear condiciones para tener empresas más productivas.

Con prólogo del Diputado Julio Saldaña Morán, Secretario de la Comisión del Trabajo y Previsión Social en la LXIII Legislatura, el 29 de mayo de 2018, se presentó en el Salón Legisladores de la Cámara de Diputados ADINCAH de Raúl Beyruti, Teoría de la Administración Integral del Capital Humano, marco ideal para un texto de tal envergadura.   

La recomendación más amplia de esta obra es su implementación en GINgroup, corporativo empresarial con más de 35 años en el mercado del capital humano, con más de 170,000 trabajadores en régimen de subcontratación y contratación directa, presidida por el mismo autor del libro.

Recientemente y por su aporte al mundo de los negocios, Raúl Beyruti Sánchez fue nombrado Doctor Honoris Causa en la sede de la ONU en Austria, Viena y GINgroup reconocida como empresa del año 2017 por la Organización 1 Million Startup, galardones que aluden a calidad, esfuerzo y talento de un mexicano a la altura de la élite económica global.

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