Un nuevo informe elaborado por diversas organizaciones muestra que, a lo largo de la última década, los conflictos y las guerras han coincidido con un incremento en el trabajo infantil, reveló la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El informe, comisionado por la Liga de los Estados Árabes (LEA) y el Consejo Árabe para la Infancia y el Desarrollo (ACCD), “Child Labour in the Arab Region: A Quantitative and Qualitative Analysis ” (El trabajo infantil en la región árabe: un análisis cuantitativo y cualitativo), es el primero en ofrecer un panorama del perfil y las tendencias del trabajo infantil en los 22 Estados miembros de la Liga.
La falta de datos regionales recopilados de manera sistemática y exhaustiva durante los años anteriores implica que es difícil calcular las cifras exactas del incremento reciente del trabajo infantil entre los diferentes grupos de la población, explicó Frank Hagermann, Director Regional Adjunto para los Estados Árabes de la organización.
El estudio revela que en zonas de la región árabe, los niños “están cada vez más involucrados en las peores formas de trabajo infantil y son víctimas de una grave y preocupante explotación, abusos y violación de sus derechos”.
El estudio señala que en la actualidad más de la mitad de los países árabes están afectados por conflictos, flujos de refugiados o desplazados internos. Estos incluyen Irak, Jordania, Líbano, Somalia, Sudán, Siria, Túnez, Cisjordania y la Franja de Gaza, y Yemen.
El informe muestra un incremento en el reclutamiento y utilización de niños por parte de los grupos armados, tanto entre la población local como entre los refugiados, en particular en Yemen, Siria e Irak.
La participación de los niños en el empleo varía considerablemente entre un país y otro de la región árabe; Sudán y Yemen registran las tasas más elevadas de trabajo infantil (19.2% y 34.8% respectivamente).