En México hay 2.2 millones de personas dedicadas al trabajo del hogar remunerado, 94.8% son mujeres y representan el 4.05% de la Población Económicamente Activa (PEA) y 6% de los asalariados, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Ellas tienen un edad promedio de 42.5 años, el 40.1% tiene estudios de primaria y existe un 1.9% cuenta con licenciatura.
Las condiciones en las que laboran son: sin contrato escrito, un 99.8%, sin acceso a la salud, 98.3%, ni prestaciones laborales, 71.3%.
Su jornada laboral es 31.3 horas semanales y más del 80% no gana más de dos salarios mínimos por ello.
El 26.5% recibe un aguinaldo y solo 8.5% puede tomar vacaciones con goce de sueldo.
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Poco más del 20% son mujeres indígenas que son migrantes, pues aunque son mexicanas tienen que salir de su lugar de origen para poder trabajar, mayoritariamente del Estado de México a la CDMX.
"Trabajan y viven en condiciones que las mantienen en la pobreza", destacó la directora de la Organización Internacional del Trabajo para México y Cuba, Gerardo a González Marroquín.
"Eso no puede ser llamado trabajo decente”, coincidió el especialista en protección social y desarrollo económico de la OIT, Helmut Schwarzer.
Ellas son contratadas por el 4.6% de los hogares mexicanos, principalmente en la Ciudad de México, generalmente son hombres y mayores de 60 años.
El 62.1% de los patrones cuenta con licenciatura o un grado más alto, son trabajadores, directivos, funcionarios o comerciantes; asimismo, más de la mitad se encuentra entre los deciles de los más ricos del país, "81% de hogares se encuentran entre el octavo y décimo decil".
Por ello, "es cuestionable el argumento de que no pueden pagar el costo del seguro social", puntualizó el Schwarzer.
No obstante, más de la mitad de ellos tampoco cuenta con acceso a servicios de salud.
Los empleadores las contratan con la finalidad de que se hagan cargo de las actividades que ellos no pueden realizar pues tienen que salir a trabajar.
La OIT exhortó a replantear la importancia de estas trabajadoras en la sociedad y esa revaloración se logra a través del aumento de los salarios que reciben y del fortalecimiento de las leyes en materia de derechos laborales del sector.
Entre los elementos que integran una estrategia exitosa se encuentran:
- Derechos equiparados
- Seguridad social obligatoria
- Contrato registrado
- Reconocer las modalidades de trabajo heterogéneas
- Adaptar la inspección laboral
- Webs de registro, suministro de información, campañas
- Diálogo social, negociación colectiva
- Asistencia técnica y alianzas
"Podemos lograr avances importantes, En ese sentido la ratificación del convenio 189 facilitará la adopción de medidas encaminadas a impulsar mejores condiciones de empleo, regular la jornada laboral a ocho horas diarias, establecer la incorporación obligatoria al sistema de seguridad social, definir una política de salarios mínimos para el sector e implementar la verificación y fiscalización de las obligaciones de los empleadores", concluyó la dirigente del organismo.
