El futuro del trabajo no dependerá de los robots o la inteligencia artificial, sino de las acciones de los tomadores de decisiones en el mercado laboral en favor del trabajo decente, la justicia social y la paz, consideró Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“El futuro del trabajo no está predeterminado y no será decidido por robots, ni por la inteligencia artificial, el futuro del trabajo será el resultado de nuestras decisiones, nuestras elecciones, nuestra capacidad de darles seguimiento, nuestra voluntad de cooperar y de construir el futuro del trabajo que queremos […] a través del avance constante del trabajo decente, la justicia social y la paz”, dijo Ryder durante la reunión del centenario de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT).
El director general de la OIT comentó que el contexto laboral actual se caracteriza por la necesidad de las personas de retomar el control de sus vidas. Por esta razón, la justicia social juega un rol importante en garantizar la estabilidad y la paz.
“Las incertidumbres e inseguridades de nuestro tiempo […] ponen de manifiesto cuán fundamental es la realización de la justicia social para la estabilidad y la paz, y la importancia vital del acceso al trabajo decente para el progreso del bienestar humano”, expresó.
En esta reunión de la CIT que se desarrolla en Ginebra (Suiza) participan 6,000 delegados, representantes de gobiernos y de organizaciones de trabajadores y de empleadores de los 187 Estados miembros de la OIT. Hasta el 21 de junio discutirán la forma de abordar los factores que propician la transformación del mundo del trabajo, y estudiarán la adopción de una histórica declaración en el centenario de la OIT sobre el futuro del trabajo. También se debatirá sobre la violencia y el acoso en el lugar de trabajo con miras a adoptar un nuevo instrumento internacional.
“Se trata de abordar los problemas que más preocupan a las personas, en un momento en que consideran urgente obtener respuestas y acciones, y cuando nuestra capacidad colectiva para ofrecerlas está siendo cuestionada”, explicó Guy Ryder en su mensaje de bienvenida.
En el segundo día de actividades se abordó la posible adopción de una nueva norma sobre violencia y acoso en el lugar de trabajo, así como la forma de forjar un futuro del trabajo que depare justicia social y trabajo decente.
Al respecto, la canciller de Alemania, Angela Merkel, puntualizó que la necesidad de fomentar la paz social y y condiciones laborales justas.
“Es necesario fomentar la paz social y condiciones laborales justas, y mantener y respetar la dignidad humana. Si bien cabe elogiar la labor de la OIT por sus numerosos logros, aún queda mucho por hacer. Confío en que los objetivos que ha alcanzado la Organización le alienten a proseguir su trabajo con dinamismo y motivación en el desempeño de su mandato.”
En tanto, Emmanuel Macron, presidente de Francia, reconoció que a los representantes de los gobiernos les corresponde preservar y continuar con la labor de la OIT en favor de una solidaridad internacional.
“Si bien la tarea puede ser ardua y compleja, y en ocasiones es necesario asumir que la toma de decisiones requiere mucho tiempo, ello permite lograr resultados eficaces al final. La misión de su organización se fundamenta en evitar toda renuncia, obrar de forma responsable y fomentar la solidaridad internacional de forma paulatina por medio de la ley y el diálogo… Ello constituye un doble legado y en nosotros recae la responsabilidad de preservarlo y de proseguir la labor.”
*Con información de Factor Capital Humano