Tácticas patronales contra el acoso laboral
Existen ciertas repercusiones en la empresa y su productividad cuando se presenta este fenómeno, de ahí que se pueden implementar ciertas medidas
Laboral
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en la revista La violence au travail, el acoso laboral es la acción verbal o psicológica de índole sistemática, repetida o persistente por la que, en el lugar de trabajo o en conexión con las labores, una persona o un grupo de individuos hiere a una víctima, la humilla, la ofende o la amedrenta.
En nuestra legislación es un fenómeno que se considera como violencia laboral que genera daño a la estabilidad psicológica, la personalidad, la dignidad o integridad del trabajador; la cual consiste en acciones de intimidación sistemática y persistente, tales como: descrédito, insultos, humillaciones, devaluación, marginación, indiferencia, comparaciones destructivas, rechazo, restricción a la autodeterminación y amenazas, las cuales llevan al trabajador a la depresión, al aislamiento y, a la pérdida de su autoestima (art. 3o. Bis, LFT y punto 7.2, inciso g), subinciso 1), NOM-035-STPS-2018).
Esto, según la OIT tiene repercusiones en los patrones generando:
- reducción de la productividad por dificultad para trabajar individualmente o en equipo
- desmotivación y ausentismo
- alta rotación de los recursos humanos
- deterioro de las relaciones laborales, y
- gastos por procedimientos administrativos, jurisdiccionales e indemnizaciones
De esta suerte, según Davil Piélago Solís, psicólogo español, en la obra Conocer y sensibilizar para prevenir el acoso laboral. Nuevas estrategias de la Fremap, Mutua de Accidentes de Trabajo y Enfermedades Profesionales colaboradora de la Seguridad Social, lo pertinente es que las compañías adopten medidas de prevención de violencia laboral, tales como:
- promover entre el personal su interacción respetuosa y cordial, erradicando expresiones que conlleven ridiculizar a las personas y fomentando aquellas que sean elogios para el trabajo
- crear un procedimiento de solución de conflictos, incentivando que los subordinados no se queden callados y evitando dejar sin aclarar los malos entendidos, e
- implementar medios de comunicación que contengan herramientas de secrecía y que sean ágiles, etc.