Recuento laboral 2019
En un año, no solo incrementó la precarización del empleo, sino que 217,000 personas se sumaron a las filas del desempleo
Laboral
Al igual que las turbulencias áreas, el mercado laboral mexicano ha experimentado una agitación en el último año que se refleja en más trabajadores en condiciones precarias y en búsqueda de un empleo.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en un año se sumaron 2 millones 223,654 personas a la precariedad laboral, comparando el tercer trimestre del 2019 con el del 2018.
Esto significa que en este período incrementó el número de personas que trabajan más de 35 horas a la semana y ganan menos de 3,123 pesos al mes; personas que laboran más de 48 horas semanales y apenas llegan a los 6,246 pesos mensuales; o bien, los trabajadores que no tienen más de 35 horas semanales de actividad por razones ajenas a sus decisiones. Actualmente hay cerca de 11 millones de mexicanos en alguna de esas tres situaciones.
“Lamentablemente las estadísticas son contundentes: durante los primeros tres trimestres del 2019 la precarización estructural del mercado laboral sigue avanzando, una situación que se ha exacerbado por el nulo crecimiento económico, que implica la creación de empleo informal y de bajo valor agregado”, asegura José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico A.C. (IDIC).
Asimismo, al tercer trimestre del 2019 la tasa de desocupación se colocó en 3.6% de la población económicamente activa (PEA). Este nivel de desempleo superó en 0.3 puntos porcentuales el registrado durante el mismo periodo del año pasado.
En comparación inmediata, el desempleo en México se incrementó 0.1 puntos porcentuales del segundo al tercer trimestre del año.
Al periodo julio-septiembre de 2019 se registraron cerca de 2.1 millones de desocupados en el país, esto implica que 217,000 personas se sumaron al desempleo. Esta desocupación contempla a todos los mexicanos económicamente activos que declararon estar en busca de empleo y no haber trabajado ni siquiera una hora en la semana de levantamiento.
Aumenta la presión
El avance de la precarización laboral no es el único problema que afecta al mercado laboral mexicano. A esto se agrega que en el último años se sumaron 434,271 más personas a las filas de personas que compiten por vacantes laborales, tanto desempleados como trabajadores que buscan mejores oportunidades, reflejado en la Tasa de Presión General.
Tabasco es el estado con el mayor porcentaje de personas en búsqueda de un empleo, el 15.8% de su Población Económicamente Activa se encuentra “cazando” un trabajo, por arriba de la media nacional, que es de 7.1%, 0.6 puntos más que hace un año.
Un factor importante para considerar es que la ENOE revela que en nuestro país hay 4 millones 473,267 trabajadores subocupados. Es decir, personas con un empleo, pero que tienen la necesidad de otro trabajo.
“Bajos salarios, informalidad, ocupación sin acceso a prestaciones de sociales y servicios de salud, sin contrato por escrito y con jornadas laborales que no cumplen con el tiempo establecido en la Ley Federal del Trabajo representan algunas de las características que hoy distinguen la situación en la que viven millones de familias mexicanas”, dice el IDIC.
Pese a que en un año incrementó el número de trabajadores subordinados y remunerados, también aumentó el porcentaje de trabajadores que no tienen seguridad social.
Las empresas, gobierno e instituciones ocupan el segundo lugar en unidades económicas que emplean a la población informal, sólo después de los negocios familiares que no se constituyen como empresa
En cuanto a informalidad, hay un indicador positivo con matiz negativo. Se presentó una baja modesta en el total de trabajadores informales. En el lapso julio-septiembre la tasa de informalidad se colocó en 56.4%, un resultado 0.2 puntos porcentuales menor que el año pasado y 0.1 puntos porcentuales menor que el trimestre previo.
La combinación de estos indicadores implica que algunos de los trabajadores que abandonaron la informalidad pudieron incorporarse al desempleo. Y pese a la baja en el grado de informalidad, todavía poco más de la mitad de los trabajadores en México se ocupó en empleos no formales.
Con información de Factor Capital Humano.