La brecha salarial existe, la solución no

Pese a los esfuerzos legislativos México tiene la mayor brecha salarial de Latinoamérica

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 .  (Foto: iStock)

Dar un sueldo menor a una mujer por realizar el mismo trabajo que un hombre es una de las formas en las que se manifiesta la violencia laboral de género.

De acuerdo con la OIT, en México, se sufre la peor brecha salarial, con un promedio de 34% de diferencia de ingresos entre los géneros.

Esta brecha se acentúa en empleadas con condiciones vulnerables, como son la discapacidad o pertenecer a un grupo indígena. Aunque otro factor que eleva la posibilidad de este fenómeno es el nivel jerárquico dentro de la organización, entre más alto sea, mayor es la diferencia de ingreso en comparación con sus colegas varones.

Ello deriva, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) en que las mujeres reciban en menor medida prestaciones sociales derivadas del trabajo formal como son las jubilaciones, pensiones o indemnizaciones; en tanto que acceden a recursos económicos por otras vías como apoyos gubernamentales, donativos y remesas. Y  en la edad adulta mayor ellas no tienen una jubilación o pensión.

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“La situación de las mujeres en relación con los ingresos las coloca en una condición de vulnerabilidad que afecta su autonomía y empoderamiento económico, debido a que existe una proporción considerable de mujeres que no tienen ingresos propios y, por otro lado, de las que cuentan con ingresos se observaron notables diferencias respecto a los hombres en la magnitud de sus ingresos y en la composición de los mismos”, refirió en el informe “Brecha Salarial de Género en México”.

La desigualdad de salarios está prohibida en la Ley Federal del Trabajo y el gobierno del país suscribió diversos acuerdos para erradicar esta problemática, incluso hay empresas que cuentan protocolos para la igualdad.

Sin embargo, “muchas empresas y organizaciones comprometidas con la igualdad pueden, sin tener conocimiento de ello, no respetar el principio de “igual remuneración por un trabajo de igual valor”, atribuyendo remuneraciones diferentes a trabajos que reportan el mismo valor guiados por consideraciones como la discriminación por motivos de género”, advirtió ONU Mujeres.

Sin cuantificar

La OIT aseguró que el simple hecho de conceptualizar la brecha salarial por razones de género enfrenta retos que se agudizan cuando se trata de cuantificarla; el indicador utilizado más frecuentemente para dimensionar la brecha es el que considera la diferencia entre el ingreso promedio mensual por trabajo de las mujeres y el de los hombres.

No obstante, estas metodologías no permiten conocer la desigualdad salarial en diferentes contextos ni dimensionar su afectación a diferentes grupos de mujeres y limitan la posibilidad de diseñar políticas públicas eficaces que protejan a quienes más lo necesitan.

Frente a esto la OIT propone que los puestos de trabajo se evalúen a partir de los esfuerzos, las responsabilidades, las capacidades y las condiciones laborales.