Inspecciones laborales ahora serán selectivas: STPS
Si bien el gobierno apuesta por una nueva política de supervisión laboral, el mayor reto será que las empresas se autorregulen para no caer en sanciones
Laboral
Lo más difícil para la recién formada Unidad de Trabajo Digno será convencer a las empresas de cumplir con la ley sin la necesidad de castigos, explica Alejandro Salafranca Vázquez, titular de esa área de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
En septiembre pasado la STPS tuvo una reestructuración oficial, algunas áreas desaparecieron y otras fueron integradas a diferentes departamentos. Dentro de los cambios, se creó esta nueva oficina, la cual absorbió a las direcciones generales de Inspección y la de Seguridad y Salud en el Trabajo. También a la Unidad de Delegaciones.
La nueva entidad depende de la Subsecretaría del Trabajo y Salafranca Vázquez fue designado como su titular. El etnohistoriador y excoordinador de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México habla con El Economista sobre los retos que estará afrontando en su nuevo puesto.
Adelanta que están formando “todo un programa muy ambicioso de autorregulación” para que las empresas tengan “formas voluntarias” de demostrar que cumplen con la ley “sin que haga falta una acción punitiva”. Algunas de esas herramientas ya las tenían y seguirán fortaleciéndolas, afirma.
Por ejemplo, Cumplilab. Es una plataforma digital para que los empleadores informen sobre el cumplimiento de las condiciones de trabajo que están otorgando, las capacitaciones y la seguridad e higiene que existen en la empresa. Apenas en febrero de este año, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación firmó un convenio con la STPS para fomentar el uso de esta herramienta.
Inspecciones inteligentes
Para lograr prescindir de actos punitivas contra las empresas, indica Salafranca, el mayor desafío será conseguir un diálogo amplio y convencerlas de “que se apunten masivamente a sistemas de autorregulación, vigilancia y autogestión. Eso denotará voluntad de cumplimiento, buena fe y renovación del pacto social”, considera.
“Si triunfamos en ese reto, podemos dedicar la inspección a los accidentes, a bajar los índices de siniestralidad. Podremos enfocarnos en temas de salud y seguridad”, comenta.
La idea fundamental de esta nueva área “es poner toda la potencia instalada de la secretaría en procurar un trabajo digno”. Esto lo llevarán a cabo con políticas de prevención, a través de las áreas de Seguridad e Higiene, asegura. El otro camino es la inspección.
Será muy importante atender denuncias de incumplimiento de contratos, de la violación a derechos laborales y accidentes, pero cada vez las inspecciones serán más selectivas, avisa.
“No se trata de lanzar inspectores para molestar a las empresas, sino que iremos a donde haya indicios de que se está cometiendo una falta”, puntualiza.
Y es lo que harán con inteligencia artificial. O sea, bases de datos interconectadas y que detecten desfaces entre los impuestos que se pagan en el Servicio de Administración Tributaria y las cotizaciones ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Actualmente, la Secretaría cuenta con una red de 550 inspectores que acuden a las empresas donde ya previamente se ha detectado una irregularidad. “Los enviamos a que comprueben lo que hemos detectado, digamos, en la retaguardia con datos muy sólidos”.
Para el próximo año, contratarán a otros 60 inspectores, quienes se dedicarán a tareas de legitimación de contratos colectivos, algo que ordena la reforma laboral. “En conclusión, sin olvidar los riesgos de trabajo digno, estamos alineando todo el músculo y la inteligencia para procurar que el trabajo en México sea decente”, destaca Salafranca.
El funcionario recuerda que los trabajadores pueden enviar sus denuncias al correo inspeccionfederal@stps.gob.mx. Pueden ser anónimas y no requieren prácticamente de nada, más que los datos de la empresa y lo que creen que está ocurriendo.
“Incluso si se trata de una sospecha, nosotros comenzamos a investigar. Atendemos desde las más sofisticadas, es decir, que están argumentadas jurídicamente, hasta las espontáneas e intuitivas. En eso no somos selectivos”, concluye el funcionario.
Con información de Factor Capital Humano.