Los países latinoamericanos han mostrado interés por revisar sus salarios mínimos, sin embargo, estos aumentos aún no se reflejan en mejores ingresos laborales reales. México ha sido la excepción, con ajustes históricos que han beneficiado a los trabajadores, destaca la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
De acuerdo con el organismo internacional, nuestro país lidera los incrementos salariales reales de la zona. El aumento de 16% de este referente mínimo el año pasado llevó al salario medio real a su mayor aumento desde el 2002.
México, destaca la Cepal en su Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2019, “fue la excepción en un año en que la política salarial preponderante en los países de la región se centró en aumentos sólo muy levemente por encima de la inflación”.
Para este año, la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) acordó un incremento de 20% para este indicador. Sin embargo, a pesar de este ajuste, el salario mínimo de México sigue estando entre los más bajos de la región, por encima solamente de Nicaragua, Haití, Cuba y Venezuela.
Argentina encabezó el incremento del salario mínimo para el 2020, con un ajuste de 35%, pero sin impacto real ante una inflación cercana a 50 por ciento. Una situación similar es la de Venezuela, donde a principios de enero se dio un aumento de 50% en el salario, en un escenario de hiperinflación.
También en Brasil se registró una leve pérdida del salario medio real, a pesar de una inflación decreciente, apuntó la Cepal. Para este año dicho país incrementó su salario mínimo en 4.1 por ciento.
Con un 4.5% de incremento, Chile se suma a la lista de países que aumentaron su salario mínimo en el 2020, donde también figuran Paraguay, Cuba, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Recomiendan cautela
Para David Kaplan, especialista sénior de la división de Mercados Laborales y Seguridad Social del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el salario mínimo debe incrementarse con cautela y sin degradar el salario promedio.
“Hay países donde el salario mínimo es demasiado alto, hay dos países donde el salario mínimo era mayor que el salario promedio en América Latina: Guatemala y Honduras. Obviamente, cuando fijas el salario mínimo muy por encima de lo que el mercado está ofreciendo, condenas a los trabajadores al desempleo o la informalidad”, dice en entrevista.
La situación de México es distinta, considera Kaplan. Los recientes incrementos al salario mínimo en nuestro país no representan riesgo para la generación de empleo y sí se han traducido en una recuperación del poder adquisitivo de los ingresos de quienes menos ganan.
“Veo bien el aumento que se dio en el 2019 y el aumento que se dio en el 2020. Hay que evaluar y hay que recordar que, si seguimos aumentando, en algún momento vamos a causar problemas en el mercado laboral”, advierte el especialista del BID.
Rezago histórico
México es uno de los países pioneros en Latinoamérica en incluir el salario mínimo en su legislación. Sin embargo, con el paso de los años se ha quedado rezagado, en cuatro décadas ha perdido su poder adquisitivo. Una de las políticas laborales del nuevo gobierno es la recuperación de esta remuneración básica.
“Con datos del IMSS, fuera de la Zona Libre de la Frontera Norte, el salario real subió en 2.7 por ciento. Yo sí creo que el salario mínimo está ayudando a empujar los salarios hacia arriba, lo que ocurre es que no todos los salarios aumentan en la misma proporción que el salario mínimo. Los impactos son mayores para quienes ganan menos”, acota David Kaplan.
¿Cuánto margen hay?
Carlos Capistrán, economista en jefe para México y Canadá de Bank of America Securities considera que el modelo económico nacional estuvo basado en salarios reales que no crecían, ello permitía anclar la inflación y ayudar a incrementar la productividad y exportaciones, pero a costa de los trabajadores.
Sin embargo, advierte, un aumento desmedido de los salarios mínimos puede desacelerar la creación de empleo en el país. “El riesgo que tienes es que los salarios sigan creciendo a nivel de 3%, pero la creación de empleo caiga y eventualmente no haya más empleos formales por todas las cosas negativas que se tienen”.
Al menos en México, opina David Kaplan, el salario mínimo aún no ha llegado al límite. Sin embargo, es casi imposible asegurar el margen que le queda de crecimiento y mucho más complejo predecir su impacto.
Lo recomendable, afirma el especialista del BID, es evaluar constantemente el impacto de los incrementos para determinar los futuros aumentos.
*Confirmación de Factor Capital Humano