No despidas a tu trabajadora del hogar

La organización Hogar Justo Hogar hace un llamado a no despedirlas y a mantenerles su salario, a pesar de que no puedan acudir a labora por la emergencia sanitaria

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 .  (Foto: iStock)

La estrategia de trabajar en casa para no propagar el coronavirus es casi un absurdo para ellas. Las empleadas del hogar laboran en casas, pero no en las suyas, y las condiciones precarias en las que lo han venido haciendo durante siglos las pone en riesgo no sólo de perder su trabajo, sino de contraer el Covid-19.

Las crisis siempre ponen en mayor dificultad a los grupos que ya vivían en desventaja, comenta en entrevista Marcela Azuela Gómez. Ella dirige la organización Hogar Justo Hogar, una agrupación de personas empleadoras que promueven los derechos de esas trabajadoras.

Junto con el Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (Caceh) han lanzado una campaña para proteger el trabajo y la salud de esas mujeres. En México hay casi de 2.4 millones de personas en este sector, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Las trabajadoras del hogar son un ejemplo de lo que muchos sectores discriminados enfrentan en esta contingencia sanitaria. Intentar no salir de casa, una de las recomendaciones de las autoridades de salud, no aplica para ellas. Si no acuden a su lugar de trabajo no ganan o podrían ser despedidas.

El 99% labora sin contrato, señala el doctor en derecho Manuel Fuentes. “Esto las pone en una desventaja total. En la práctica, sus derechos no son respetados”. Cuando las despiden es complicado demostrar que fue injustificado, pues quienes las emplean niegan la relación laboral, dice.

El 42% gana hasta dos salarios mínimos, de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). El 82% se encuentra en condiciones de marginación y pobreza, según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

Muchas de quienes trabajan de entrada por salida viajan desde las periferias. Es decir, desde las zonas empobrecidas que quedan a distancias lejanas. La gran mayoría utiliza el transporte público.

“Eso pudiera representar un riesgo de contagio. No hay que alarmar a la población, pero es difícil que ahí mantengan la sana distancia”, informa Jorge Castañeda Sánchez, coordinador del Doctorado en Ciencias Biológicas y de la Salud, en la Unidad Iztapalapa, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El trabajo de ellas consiste en limpiar y, en ocasiones, en cuidar a otras personas. También esto pudiera tener un cierto riesgo. En Río de Janeiro, Brasil, la primera persona que murió por el Covid-19 fue una mujer 63 años, trabajadora del hogar. Su empleadora regresó enferma de Italia y la contagió.

Lo que les toca a los empleadores

Las recomendaciones que Hogar Justo Hogar y Caceh hacen a quienes han solicitado el servicio de una trabajadora es que les garanticen y respeten sus derechos laborales. Despedirlas en esta difícil época las afectará económicamente, más de lo que ya lo están, apunta Marcela Azuela.

Otras de las peticiones que hacen ambas organizaciones son:

  • Si la trabajadora vive con sus empleadores, tiene derecho a permanecer ahí el tiempo que dure la crisis.
  • Si se siente mal, tiene derecho a un tratamiento médico adecuado, ya sea en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), si sus empleadores han cumplido con la obligación de afiliarlas, o en el sector privado.
  • Para las de entrada por salida, disminuirles los turnos. Si va tres veces a la semana, que vaya uno o dos para evitar en lo posible que ande en el transporte público.
  • Mantenerle el salario de los días que no acudirá.
  • Compartirle información sobre la enfermedad.
  • Preguntarle cómo está ella y su familia.
  • Tener el contacto de alguien a quién avisarle si se siente mal.
  • Informarle si alguien de la casa se sienta enfermo.

“Es un llamado a que nos cuidemos entre todas y todos”, dice Marcela Azuela. Si alguna persona se aprovecha de esta circunstancia para despedirla, tiene que saber que la Ley Federal del Trabajo (LFT) y el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) protegen a estas mujeres, advierte.

“Seamos empleadores justos. Que no nos gane el miedo, hay que afrontar juntas y juntos lo que venga. Sin aventajar más a quien de por sí ya tiene situaciones difíciles”, expresa.

Precauciones para las trabajadoras

El investigador de la UAM, Jorge Castañeda recomienda que las trabajadoras del hogar tomen las siguientes medidas preventivas:

  • Al llegar a la casa donde trabaja, y al regresar a la suya, lavarse las manos con agua y jabón. Frotar el dorso, el espacio entre los dedos y debajo de las uñas durante al menos 20 segundos. El lavado lo debe hacer constantemente. 
  • Preguntar si alguna de las personas para las que trabaja ha tenido algún síntoma.
  • Si ella se ha sentido mal, comunicarlo.
  • Usar desinfectante cloro.
  • Utilizar guantes.
  • Si tiene la posibilidad de usar un cubrebocas, es una buena medida pero para nos aspirar los gases que emite el cloro.

¿Y las autoridades del trabajo?

El abogado laboral Manuel Fuentes también pide a las y los empleadores a afiliar a las trabajadoras del hogar al IMSS. Si llegaran a enfermar, ellas podrían recibir atención en esa institución. También les dice a las empleadas que lo exijan.

El artículo 42 Bis y el 429, fracción IV, de la LFT pueden protegerlas. Porque en ellos se señala que en casos de contingencia pueden faltar al trabajo con el goce del salario mínimo, pero sólo por un mes.

“Nos encontramos ante un reto inimaginable. Esta crisis tiene más dificultades de lo que podríamos prever en 2012, cuando se crearon esos artículos”, después de la epidemia de influenza AH1N1, expone el especialista.

“Están empezando a haber despidos de trabajadoras y a partir del lunes las instituciones laborales estarán cerradas. No habrá lugar dónde acudan a reclamar por varias semanas”. En este escenario es urgente que actúe la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, concluye.

Con información de Factor Capital Humano.