Una vez levantada la contingencia sanitaria y se reanuden labores nos enfrentaremos a una realidad económica muy diferente a la que conocíamos hasta hace poco y uno de los aspectos que se verán más transformados serán las relaciones laborales, en eso coincidieron los especialistas del seminario "Futuro laboral tras el COVID-19 ¿Oportunidad o desastre?".
En estos momentos el mismo concepto de relación de trabajo se terminó, al igual que el del salario, pues hay industrias que están pagando el sueldo a los empleados a pesar de que no estén trabajando, premisa básica de este término, destacó el socio director de CADEM Consultores, Jaime Flores.
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En ese sentido, recomendó a las organizaciones esclarecer el motivo de pago a los trabajadores y redefinir la relación que tienen con ellos.
Detalló que el futuro del trabajo se caracterizará por:
- un cambio en la concepción del trabajador para convertirlo un aliado del cuál depende el desarrollo del negocio
- habrá mayor necesidad de inversión en la capacitación y desarrollo del talento
- un talento mejor preparado también necesitará de mejores remuneración
- el salario emocional será fundamental
Solo aquellos colaboradores que percibieron compromiso de la empresa con ellos serán los que ayuden al resurgimiento del negocio, sentenció.
Por su parte, el director jurídico en Landero Asociados Buffete, Ricardo Landeros, advirtió que en el futuro laboral no habrá espacio para los emplazamientos a huelga, por lo que se deberá priorizar la conciliación entre trabajadores y patrones para mantener la productividad.
El representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Tomás Bermúdez, agregó que se acelerará la incursión de nuevos modelos como los contratos temporales o el compartir talento entre las organizaciones.
Además apostó por dinámicas de “cash for trainning”, políticas como “Jóvenes Construyendo el Futuro” en las que gobierno y organizaciones apuesten por pagar a las personas por entrenarse en habilidades nuevas porque sus empleos anteriores se volvieron obsoletos y desaparecieron.
Al final, los participantes concluyeron que la reforma laboral será un aliado de esta transformación y que por ese motivo su implementación seguramente se acelerará ante la situación actual.
No obstante, refirieron que lo mejor será que los patrones busquen capitalizarse y hacer frente a las dificultades sin esperanzas de apoyo del gobierno, pero siempre respetando la ley.