Los 2 millones de empleos que el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió crear este año no tienen las características de un trabajo formal, sólo de ocupación. Además, la mayoría de las plazas son temporales y tienen una tendencia a la precariedad, con bajos sueldos y sin prestaciones de ley, coinciden especialistas.
Cuando López Obrador presentó el plan de reactivación económica, aseguró que se generarían 2 millones de empleos a partir de los programas sociales, las mega obras y las contrataciones en el gobierno, entre otras acciones. Esta semana, el Presidente de la República reiteró la promesa y explicó de qué manera se llegará a la meta.
“¿Saben cuánto reciben los jóvenes que están en el programa Construyendo el Futuro? Pues salario mínimo y estamos hablando de empleos adicionales, porque ellos trabajan como aprendices y reciben un salario mínimo, en total se han dado estos apoyos a 1 millón 300,000 jóvenes (…) pero ahora vamos ampliar a 230,000”, detalló el presidente durante su conferencia matutina.
Los programas sociales como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida; las mega obras como el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto General Felipe Ángeles; las contrataciones de personal de salud o para la Guardia Nacional y proyectos como el Banco de Bienestar y las Universidades para el Bienestar, en su conjunto son las vías planteadas por el gobierno federal para generar los 2 millones de empleos.
¿Los 29 programas sociales, proyectos de infraestructura, contrataciones y créditos alcanzan para crear 2 millones de empleos? Especialistas coinciden que se está confundiendo el trabajo formal con la ocupación.
“A lo que el gobierno de México se está refiriendo es a crear ocupación y no necesariamente empleo formal, esto es justamente lo que le impide al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) poderlo contabilizar como empleo”, opina en entrevista José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
Carlos Ramírez, director de Desarrollo de Negocios de Integralia Consultores, tiene un punto de vista similar. Los empleos que enlistó el presidente, en su mayoría no pueden considerarse como tal. Por ejemplo, Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF) es un programa de capacitación, no de empleo, detalla.
Por otra parte, Armando Leñero, presidente del Centro de Estudios del Empleo Formal (CEEF), considera que las plazas planteadas por el presidente López Obrador no cumplen con las características de un empleo formal, como la subordinación, contratos y prestaciones de Ley.
Las plazas no son nuevas
José Luis de la Cruz considera que parte de los empleos anunciados no son plazas que se vayan a crear en respuesta a la crisis por el Covid-19, pues ya estaban considerados en el Presupuesto de Egresos 2020 antes de que la pandemia llegara a México y se conocieran los impactos.
“No puede ser atribuible a que va a sustituir lo que se está perdiendo por la recesión porque era empleo u ocupación que ya se había programa generar en el presupuesto de fines del año pasado, antes de que se conociera que México iba a entrar a una recesión más profunda por el tema del coronavirus”, agrega el director general del IDIC.
Para Carlos Ramírez, la mayoría de los nuevos empleos que se crearán no son plazas permanentes, sino temporales. Algunas, ayudarán a palear un poco la situación, pero no resuelven de fondo el problema de pérdida de empleo al que se enfrentará el país debido a la contracción económica generada por el Covid-19.
“Vamos a seguir viendo los datos del IMSS con las caídas que ya se anticipan. Es decir, por un lado, un millón de empleos, aproximadamente, para el cierre de mayo o poco más y, no hay nada que vaya a contrarrestar eso, absolutamente nada de lo que ha anunciado el presidente. Para los meses subsecuentes, algunos de estos empleos van a ayudar un poco a palear la situación de desempleo, pero no tienen un efecto ni en las estadísticas, ni duradero en la economía”, comenta el director de Desarrollo de Negocios de Integralia Consultores.
Estos trabajos nunca se han contabilizado como creación de empleo, agrega el especialista.
Tendencia a la precariedad
Los 2 millones de empleos anunciados por el gobierno federal tienen pocos tintes de formalidad. Armando Leñero puntualiza que el empleo formal tiene diversas características para considerarse así, entre las que se destacan la subordinación y las prestaciones que establece la Ley Federal del Trabajo.
“No es empleo formal, si el presidente le quiere llamar así lo puede hacer, pero no por ese hecho se va a convertir en formal. Para poder ser empleo formal, tienes que pagar el costo que eso representa. Por ejemplo, un salario mínimo hoy son 3,700 al mes, pero con el costo de las prestaciones sociales, más los impuestos de nómina, más el Seguro Social y el Infonavit, eso se incrementa más o menos alrededor del 35%”, ejemplifica el presidente del CEEF.
En ese sentido, Carlos Ramírez considera que uno de los resultados de estos empleos planteados por el gobierno será la precarización del mercado laboral. Son pocas las vías que llevarán a la creación de plazas formales, la mayoría son trabajos precarios y temporales, enfatiza.
José Luis de la Cruz opina que el gobierno continua con la visión de compensar “a través del asistencialismo” los problemas que enfrenta el mercado laboral por la contracción económica, pero con acciones que no resuelven la situación de fondo.
“Va a ser oportuno que, además de atender la urgencia que esto está generando, se tenga que construir también la atención a mejorar estructuralmente las condiciones laborales de los mexicanos y, evidentemente, algunos de estos proyectos no tienen esa capacidad. Creo que en algún momento el gobierno mexicano va a tener que buscar la instrumentación de programas que de fondo le permitan a los mexicanos aspirar a encontrar un empleo formal mejor remunerado”, dice el especialista.
Un rol que no le compete
Carlos Ramírez considera que el gobierno está asumiendo una posición de generador de empleos, cuando debería ser un facilitador para que la iniciativa privada cree nuevas plazas.
“En el mundo, los gobiernos no crean empleos. Desarrollan obras y, en efecto, a través de esas obras las empresas contratistas, a su vez, contratan personal, pero son del sector privado. Finalmente el gobierno no crea empleos, en todo caso es un facilitador para crear empleos”, expresó.
El plan gubernamental para crear 2 millones de empleos deja fuera estímulos para que el sector privado también genere nuevos trabajos, agrega el director de Desarrollo de Negocios de Integralia Consultores.
Armando Leñero, por su parte, afirma que en estos momentos es necesario apoyar a la iniciativa privada, en especial a las micro, pequeñas y medianas empresas para que no quiebren y, además de asegurar las fuentes de empleo actual, se garantice que puedan seguir generando nuevas plazas a futuro.
Con información de Factor Capital Humano.