Desde abril de 2020 el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) reporto la pérdida de más de 12 millones de empleos formales e informales, al pasar de los meses las cifras no variaron demasiado aun cuando en junio inició la reactivación económica y se flexibilizaron de medidas de confinamiento para evitar la propagación del covid-19.
De acuerdo con el organismo, la población desocupada se incrementó en junio a 5.5% de la población económicamente activa, desde el 4.2% que representó en mayo, para un acumulado de 2.8 millones de personas, en medio de una caída histórica de la economía del 17.3% en el segundo trimestre.
Las personas que trabajaron sin contrato en el sexto mes del año ascendieron a 25.6 millones, tres millones más que en mayo, por lo que la tasa de informalidad se situó en 53%, cifra superior en 1.2 puntos porcentuales respecto al mes precedente.
En junio, 4.8 millones de personas se sumaron a la población ocupada, mientras 901,000 nuevos desocupados buscaron trabajo durante el mes, para una población económicamente activa total de 51.2 millones versus 45.5 millones en mayo.
En los casi tres meses en que se paralizaron las actividades en la segunda mayor economía de América Latina para enfrentar la pandemia (parte de marzo, abril y mayo) se perdieron más de un millón de empleos formales, pero en junio la destrucción de trabajos fue menor.