¿Suficiente protocolo para atender y erradicar la violencia?

Los patrones deben además de atender y sancionar los casos de violencia, fomentar una cultura libre de ella

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 .  (Foto: iStock)

Los patrones tienen la obligación de contar con un Protocolo para Prevenir, Atender y Erradicar la Violencia Laboral en los Centros de Trabajo, según lo refiere la Ley Federal del Trabajo en el artículo 132 fracción 31; sin embargo, de acuerdo con la presidenta de acuerdo con la presidenta del Instituto Nacional de la Mujer, los protocolos son el ultimo eslabón de la cadena para lograr la igualdad en el ámbito laboral. 

"Tenemos que pensar también en esos otros instrumentos que van a ir construyendo y evitando que lleguemos a la aplicación de los protocolos, no porque tenga miedo a la aplicación del protocolo, para nada, si no porque creo que el protocolo no es la respuesta a todo", señaló.

En ese sentido, refirió que normas como la NOM-035  así como de modelos igualitarios y no hostiles con grupos vulnerables  son indispensables para edificar un clima laboral libre de violencia. 

Es menester de todos levantar la voz y hablar de la división sexual del trabajo y cómo esto propicia conductas como el suelo pegajoso y el techo de cristal, que impiden que las mujeres se desarrollen laboralmente, indicó. 

"Todo eso va impactando en la calidad de vida, en la calidad de trabajo de las mujeres y eso, efectivamente, termina también contribuyendo a esta idea de que las mujeres donde tienen que estar es en el hogar y no en el espacio laboral", sentenció. 

Coincidió con ella la encargada de despacho de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), Balbina Hernández, y destacó que se deben de romper las barreras que impidan que las trabajadoras accedan al mercado laboral y que lo hagan sin culpa o duplicando sus funciones, de otra manera se prepara un "caldo de cultivo" que propicia la violencia. 

"La violencia tiene su origen en la discriminación, justamente en considerar que las mujeres no somos aptas para desarrollar una actividad o que nos toca fundamentalmente hacer una actividad que está asociada al trabajo de cuidado y el trabajo maternal y por otra parte a sentir que estamos invadiendo espacios de lo masculino", detalló. 

No obstante, aclaró, la prevención es una tarea que no solo corresponde a las autoridades,  a través de políticias publicas, o de los patrones a través de la implementación de mecanismos, sino de toda la sociedad por transformar la cultura, por lo que es importante que estas acciones preventivas sean cotidianas. 

Por su parte, la secretaria técnica de Conapred, Tania Ramírez, explicó que la importancia de los protocolos radica en darle a las organizaciones una especie de ruta para erradicar la violencia, además de darle visibilidad a esos temas y no negar una realidad que lástima a muchas mujeres y que permea a otras esferas de la sociedad.

"Un protocolo bien implementado, bien conocido,  bien difundido en los centros de trabajo hace que las personas que trabajan ahí conozcan esta realidad y estén alertas, estén atentas, para que estos actos de violencia no se repitan ni en la calle, ni en el espacio doméstico, ni en el espacio laboral.