Toda empresa tiene una misión por cumplir; sin embargo, pueden presentarse una serie de inconvenientes que la orillen a transformar su objetivo.
Esto significa un cambio de enfoque para sobrevivir a los conflictos, donde los mentores junto con los demás subordinados juegan un papel importante, pues se buscará lo mejor de ellos para resolver los problemas y alcanzar una meta diferente, mediante el compromiso para resistir las dificultades que se presenten y salir a flote.
Ante ello, es que Miguel A. Casillas, Asesor Patrimonial & Coach Empresarial-Sistémico, da una serie de reflexiones sobre el liderazgo en tiempos se crisis en las siguientes líneas.
Preámbulo
A menudo se comenta que una visión fuerte hace a un buen líder. Sin embargo, ante la crisis actual –pandemia mundial–, los equipos de trabajo no necesitan una visión para inspirarlos, sino realmente que sus líderes reconozcan las emociones de las personas y proporcionen un sentido de contexto y realidad, a esto los psicólogos lo denominan “sostener”.
Esto permite a la gente gestionar su deseo de actuar con propósito y por consiguiente ser más saludables mentalmente. Por ello, el dirigente debe centrar su atención a lo interpersonal con el fin de estar presente con cada uno de sus colaboradores. Esto cultivará positiva y activamente la resiliencia emocional tanto de los ejecutivos y empleados.
La tormenta perfecta
En una situación como la que vive la humanidad, se han observando temas como: la pérdida de empleos y de vidas; economías colapsadas; educación a distancia; estrés; depresión por el encierro; empresas (de diferentes ramos) en crisis, entre otras consecuencias que causó la pandemia.
A ello, lo he denominado metafóricamente como la “tormenta perfecta”, misma que puede entenderse como esa idea caótica, terrible, violenta, desquiciante, aterradora que puede entrañar el concepto “tormenta”, con ese efecto multiplicador de la noción “perfecto”; lo cual ejemplifica las circunstancias que vive actualmente el mundo.
Por lo anterior, estimo al menos seis insigh[1]1 que los integrantes de equipos empresariales, ya sean directores, ejecutivos, empleados u operativos, deben transitar y transmutarse en la nueva realidad organizacional[2]
- gestionar y aprovechar el talento
- maximizar las fortalezas
- incentivar la creatividad
- generar innovación
- agudizar la imaginación, y
- derecho a equivocarse
En esta nueva realidad organizacional, las empresas y las organizaciones para hacer frente a la incertidumbre actual, se sugiere que apliquen lo siguiente:
- tener un propósito
- fomentar sus valores
- ser resilientes e innovadores
- generar el humor, y
- hacerlo simple
Equipos de trabajo llegando a la luna
En julio pasado se cumplieron 51 años del momento en el que el primer hombre, Neil Armstrong, pisó la superficie lunar en la misión del Apollo XI.
Posteriormente, en 1970 la misión del Apollo XIII tenía el objetivo de aterrizar en la Luna. Pero se abortó el alunizaje debido al incendio en uno de los tanques de oxígeno del módulo de servicio. En lugar de aterrizar, la tripulación dio la vuelta a dicho satélite y regresó a salvo, a la Tierra. Esto gracias a los esfuerzos y al trabajo de ingenieros, creativos, técnicos, investigadores y personal operativo, de la base espacial.
La NASA terminó clasificando a la misión del Apollo XIII como un “fracaso exitoso”, pues la sinergia del equipo de tierra y de la tripulación, lograron salvar la vida de los tres astronautas.
El grupo de control para las misiones del Apollo XI y XIII, es sin duda un ejemplo de colaboración, liderazgo, planeación estratégica, creatividad, resolución de problemas, comunicación efectiva. Por lo que a continuación se abordan cuáles fueron sus secretos.
Propósito compartido
De los compromisos fundamentales que se asumen es construir conjuntamente con los integrantes de su equipo, una visión que le otorgue sentido y propósito a las tareas que realizan en forma rutinaria. Dicha perspectiva surge de la respuesta a dos preguntas que se gestiona en el espíritu de todo grupo humano que realiza una actividad en conjunto: ¿qué es lo que queremos construir juntos? y ¿de qué forma vamos a trabajar para lograrlo?
La visión o propósito compartido es la aspiración común y máxima de una organización y representa lo que sus miembros desean crear.
Esto crea una sensación de vínculo común que impregna a la organización y genera un anhelo de construir algo con otras personas y un deseo de estar conectados en una actividad a la que se le asigna trascendencia y propósito. Además, otorga coherencia y sentido a todas las actividades realizadas por el equipo de trabajo.
Crear responsabilidad
No es suficiente que el trabajador conozca la tarea que debe desempeñar y los estándares que a cumplir, sino que también es relevante que comprenda en qué contexto se circunscribe esa labor, cómo se interrelaciona con el accionar de los otros miembros del grupo, qué objetivos se pretenden lograr y cómo se conectan con los de la empresa.
Lo anterior, logra que las personas se comporten con compromiso y responsabilidad. Igualmente, cuando todos tienen claro cuáles son los objetivos a lograr y las acciones a realizar, y toman consciencia respecto de qué manera su trabajo contribuye a los resultados finales, todo ello se traduce en productividad organizacional.
Algunas de las reglas de los equipos a considerar son:
- compartir: los recursos, las técnicas, las ideas, los conocimientos y las buenas prácticas, e incluso roles
- observar errores y hacer feedback (retroalimentación), y
- trabajar en colaboración, con respeto y responsabilidad
Empoderamiento como accionante del equipo
Empoderar implica: transmitir a otro el poder para gestionar su propio trabajo; cambiar el control externo por el autocontrol; brindar autonomía, reclamando responsabilidad por las acciones propias, para el logro de los objetivos y por el éxito en común.
Cuando las personas observan que quien los lidera confía en ellos, que los apoya y los asesora, que no controla todas sus acciones (sino que toma en cuenta sus capacidades y dedicación para el logro de los objetivos), sienten una gran responsabilidad por cumplir y dar lo mejor de sí mismas.
Cuando el equipo siente empoderamiento asume que tiene responsabilidad por los resultados obtenidos. Cada integrante sabe dónde está parado y tiene el control sobre la forma de hacer las cosas. El aporte de cada uno de los miembros es significativo, y todos pueden participar en la toma de decisiones, en la cual las opiniones e ideas son escuchadas, tomadas en cuenta, y se reconocen las contribuciones realizadas. Además, reciben un auténtico y valorado apoyo por parte del líder.
Los puntos a tener en cuenta para el empoderamiento de las personas y de los integrantes de la corporación son:
- asignar autoridad sobre sus actividades
- generar responsabilidad por los resultados
- brindar poder en la toma de decisiones
- proporcionar los recursos materiales y tecnológicos para el logro de los objetivos acordados
- dar feedback sobre el desempeño y accionar del equipo de trabajo, así como de sus propios miembros
- reconocer los logros alcanzados y los aportes realizados, y
- crear un entorno de aprendizaje
Desarrollo de la creatividad
La creatividad es una potencialidad desarrollable. Es un estado de conciencia que permite generar una red de relaciones para identificar, plantear y resolver problemas de forma relevante y divergente.
Es importante considerar que el clima del equipo debe caracterizarse por un alto grado de flexibilidad y tolerancia a la ambigüedad, ya que puede darse el caso de que algunos de los miembros no tengan clara la tarea que se va a ejecutar o el rol que les corresponde desempeñar.
Para que se pueda dar la creatividad en la empresa, es necesario desarrollar la habilidad del pensamiento flexible de manera que puedan hacerse adaptaciones o modificaciones que permitan observar las cosas desde diferentes ángulos, y tener la certeza de que se llegará a la solución del dilema planteado por el mediador de la tarea.
El líder de equipo da a la gente la libertad para innovar, experimentar y asumir riesgos calculados, y genera un marco de autonomía sobre la base de la visión y el sistema de valores.
Asimismo, los dirigentes deben mostrar un comportamiento y una actitud creativa que examine y analice las fortalezas del medio y responda, para cerrar las brechas, entre lo que ahora es la organización y lo que debe ser para el futuro próximo.
Confianza: amalgamiento de los equipos
Para que una agrupación triunfe, es necesario transferirle responsabilidad profunda (hasta las raíces). Eso requiere de una gestión que delegue autoridad y responsabilidad, lo cual solo puede lograrse a través de la confianza.
El potencial de un equipo es proporcional al logrado por sus integrantes. De ahí que los líderes (eficaces) ayuden a cada jugador –miembro— a alcanzarlo mediante la confianza —que representa la amalgama perfecta de cohesión e integración entre los colaboradores y su mentor—.
Conclusiones
Hoy más que nunca, en esta nube de incertidumbre y ambigüedad que cubre los negocios, las economías y los empleos, las organizaciones necesitan de las relaciones personales que les brindan los líderes mediante los equipos de trabajo.
Las decisiones están detrás de todas las acciones que emprenden las personas. Los equipos aceleran la velocidad de decisión y, por lo tanto, son un punto de apoyo importante para crear cambios en cualquier nivel de una organización. Es lo que ahora conocemos como organizaciones de aprendizaje.
Los ejecutivos que pertenecen a la categoría de liderazgo superior de una corporación tienen el reto de construir una cultura de confianza e integridad que fortalezca el compromiso del empleado.
Por ello, si quiere hacer equipos capaces de ir a la Luna, debe trabajar bajo una sola visión o propósito compartido. Asimismo, el trabajo en grupo proporciona un panorama amplio y un lado más humano y social en los colaboradores.
Observe cualquier grupo exitoso, y descubrirá que tiene un liderazgo firme. ¿Qué hizo ganar a General Electric el respeto del mundo empresarial? La ventaja del liderazgo de Jack Welch. ¿Qué llevó a los Bulls de Chicago a ganar seis campeonatos de la NBA? La ventaja del liderazgo de Phil Jackson y Michael Jordan. La diferencia entre dos equipos igualmente talentosos es el liderazgo. Esta es la ley de la ventaja.
Los empleados en general, deben recordar que ningún directivo o ejecutivo posee tanto poder para involucrarlos en el trabajo como ellos mismos.
Finalmente, un gran equipo puede tener todas las cartas para ganar, pero sin un propósito, responsabilidad, empoderamiento, creatividad y confianza, esta meta dista mucho de lograrse.
[1] Es un término utilizado en psicología proveniente del inglés que se puede traducir al español como “visión interna” o más genéricamente “percepción” o “entendimiento”
[2] Concepto sugerido por el autor del presente