33% de las empresas no establecerán las condiciones de teletrabajo por escrito
El pasado 12 de enero de 2021 entró en vigor la reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para establecer normas que regulen el teletrabajo o homeoffice y aunque este fue un tema muy sonado los patrones aún tienen dudas sobre cómo deber proceder, aseguró OCC Mundial.
De acuerdo con una encuesta realizada por la firma, a pesar de saber que deben establecerse por escrito las condiciones laborales de cada persona que realiza el 40% o más de sus actividades desde su hogar, 33% de las compañías mencionó que de momento no lo harán, ya que necesitan más información legal sobre el tema; un 22% adicional indicó que están reevaluando si continúan con el teletrabajo, pensando en todo lo que conlleva; mientras que un 20% final dijo que sí cumplirán con las indicaciones gubernamentales para estar en orden.
En cuanto a la desconexión laboral 64% de los reclutadores calcula que será difícil en algunos puestos: las responsabilidades van más allá de los horarios laborales establecidos, por lo que no será posible olvidarse por completo del trabajo los fines de semana o días de descanso. El 31% de los participantes piensa que no afectará mucho en su empresa: sus equipos no suelen laborar más allá de los tiempos acordados. Por último, para un 5% de los encuestados, su organización sufrirá mucho: el apoyo de horas extra es clave para mantener los resultados y quizá esta situación pudiera causar problemas.
A su vez, respecto a la obligación de hacerse cargo del pago de Internet y de luz de sus colaboradores, 45% de las organizaciones respondió que deberán ahorrar o recortar en otros gastos para llevar a cabo esta ayuda; un 34% más opinó que se verán muy afectadas y que no están en condiciones de poder hacerlo, mientras que el 21% final expresó que desde el inicio de la pandemia ya habían buscado la forma de apoyar a sus colaboradores, por lo que ahora sólo se formalizará el acto.
Entre las principales dudas de este concepto, se encuentran si deben añadirse a la nómina (aunque tendrá que ser exento de impuestos) o a través de otros estímulos monetarios (vales de despensa).
