En toda organización existen dos categorías de trabajadores, los de planta o base y los de confianza.
Dicha clasificación es conforme a la naturaleza de las tareas que desempeñan los subordinados, a saber:
- de confianza, aquellos que ejecutan labores de dirección inspección, vigilancia y fiscalización de carácter general; así como las relacionadas con trabajos personales del empleador. Esta categoría no depende del nombre del puesto, sino de las funciones que desarrolle el individuo de que se trate (art. 9o., LFT), y
- de planta, se refiere a los demás sujetos que realizan tareas o actividades normales en la empresa, y que no se encuentran en las hipótesis anteriores
Como puede apreciarse lo que distingue a los de confianza, es que las tareas que llevan a cabo están ligadas directamente con las de su empleador, las cuales no siempre son de dirección, ya que existen colaboradores que tienen una íntima relación con la empresa, tales como las desarrolladas por la secretaría, la asistente, el chofer, etc.
Por ello, es recomendable que los patrones adopten ciertos criterios para delimitar qué condición tiene cada uno de sus trabajadores. Para tal efecto, se recomienda analizar lo siguiente:
- rol que cumplen; esto es, si es de dirección, administración o gerencia de manera general (no de una sola área); o bien si estos realizan labores relacionadas directamente con las funciones del patrón
- actividad de la empresa y su estructura, y
- puesto de trabajo de que se trate
Para conocer qué otras particularidades aplican para los subordinados clasificados como de confianza, se sugiere la lectura del tema “Peculiaridades del personal de confianza”, disponible en el boletín digital 483 de fecha 31 de marzo de 2021.