Cuatro nudos a desatar para la igualdad

14 millones de mujeres en edad de trabajar salieron de sus empleos por efectos de la pandemia en nueve países de la región

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 .  (Foto: iStock)

“La recuperación pospandemia debe desatar los cuatro nudos estructurales de la desigualdad de género: la desigualdad socioeconómica y la pobreza; la división sexual del trabajo; la concentración del poder y los patrones culturales patriarcales”,afirmó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena. 

En conferencia magistral durante la serie “Después del 2030: Mujeres líderes por un futuro sustentable, organizada por la Coordinación Universitaria para la Sustentabilidad de la UNAM”, aseguró que la pandemia del COVID-19 ha profundizado los problemas estructurales de América Latina y el Caribe en materia de desigualdad, informalidad y pobreza, atentando contra la autonomía económica, física y política de las mujeres.

“La pandemia magnificó la injusta división sexual del trabajo y la organización social del cuidado con un retroceso de una década en inclusión laboral de las mujeres y con un impacto desigualador en jóvenes y, sobre todo, en trabajadores informales. Hay una sobrerrepresentación de mujeres en hogares pobres, mayor desempleo y expulsión de la fuerza laboral, informalidad y barreras de acceso a servicios financieros y brechas digitales”, alertó.

La alta funcionaria de las Naciones Unidas precisó que 14 millones de mujeres en edad de trabajar salieron de sus empleos por efectos de la pandemia en nueve países de la región. 

Añadió que el 56.9% de las mujeres trabaja en sectores de más alto riesgo de pérdida de empleo, informalidad y bajos ingresos, y menos del 45% tiene acceso a seguridad social. 

Detalló que el sector salud es muy emblemático en la región porque está conformado en un 73.2% por trabajadoras mujeres. En el caso del sector de la educación, las mujeres representan el 70.4%.

Subrayó que las mujeres con menores ingresos enfrentan doble obstáculo: la falta de autonomía económica y la brecha de acceso a internet. Puntualizó que en la región el 39% de las mujeres no cuenta con ingresos propios, mientras que 46 millones de hogares no tienen conexión a Internet. 

Por ello, la Cepal propone: 

  • garantizar un ingreso básico de emergencia por 3 y 6 meses, equivalente a una línea de pobreza
  • la entrega de una canasta básica digital que permita potenciar las habilidades para utilizar las tecnologías y revertir las barreras socioeconómicas
  • pacto fiscal para la igualdad, transformación digital incluyente, recuperación productiva con empleo para las mujeres, planificación urbana, y potenciar a la economía del cuidado como un sector dinamizador 

“Invertir en la economía del cuidado tiene efectos multiplicadores en el bienestar, la redistribución de tiempo e ingresos, participación laboral, crecimiento y recaudación tributaria”, resaltó.

Finalmente, instó a avanzar hacia nuevos pactos sociales para la igualdad y la sostenibilidad en tiempos de pandemia, que estén centrados en el bienestar y los derechos, y basados en el diálogo amplio y participativo para un cambio estructural.

“La pandemia es una coyuntura crítica que redefine lo que es posible. El malestar social exige que dejemos atrás la cultura del privilegio. Los nuevos pactos sociales exigen pactos fiscales, que promuevan una fiscalidad progresiva y sostenible para el bienestar”, concluyó.