La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que en 2021 se perderán alrededor 100 millones de empleos y 1.3 billones de dólares en ingresos laborales derivado del lento avance en la vacunación y el resurgimiento de contagios a principios de año.
Asimismo estimó que el déficit en la generación de fuentes de empleo se prolongará hasta el 2022, cuando se llegue a una tasa de desocupación mundial de 5.7%, el nivel más alto observado desde el 2013, situación que afectará a todos los países, sin importar su nivel de ingresos.
El organismo destacó que las mujeres fueron las más afectadas, con una reducción del empleo de 5% para ellas frente a un 3.9% entre los hombres. Además, el 90% de las mujeres que perdieron su empleo en 2020 no solo quedaron sin trabajo sino que salieron de la población económicamente activa.
El otro grupo más afectado es el de los jóvenes, sector de la población que vio reducido en 8.7% sus niveles de empleo, frente al 3.7% de los adultos.
Otra de las afectaciones se ha registrado entre la población con menos capacitación y competencias laborales. Esto se debe a que "los trabajadadores más calificados suelen trabajar en ocupaciones que se han visto menos afectadas por las pérdidas de empleo y que se han beneficiado de la posibilidad de trabajar desde casa a distancia".
Por lo anterior, recomendó poner en marcha políticas públicas que sirvan para promover el crecimiento económico de base amplia y crear empleo productivo; apoyar los ingresos de los hogares y la transición en el mercado de trabajo; fortalecer los fundamentos institucionales necesarios para un crecimiento y un desarrollo económicos inclusivos, sostenibles y resilientes, y utilizar el diálogo social para formular estrategias de recuperación centradas en lo humano.