Mujeres manejan mejor el estrés

Seis veces más mujeres que hombres informan que tener más ayuda con las tareas del hogar les permitiría mejorar su fuerza de voluntad para emplear estrategias de bienestar

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 .  (Foto: Getty)

El 28% del sector femenino reporta más probabilidades de padecer síntomas físicos asociados con el estrés, pero también son ellas quienes desarrollan con mayor frecuencia estrategias de bienestar (46%, contra 30% en el caso de los hombres), según datos de la Asociación Psicológica Americana.

“Independiente a las fuentes de estrés y de los síntomas físicos y emocionales que reportan hombres y mujeres, ambos grupos lo controlan de forma diferente. Las mujeres eligen comportamientos más saludables, como la lectura, conectar con otras personas, acudir a eventos que propicien bienestar”, refirió el CEO de Body Systems, José Mársico.

En ese sentido, el directivo señaló algunas otras diferencias ntre hombres y mujeres para desarrollar estrategias sobre el control del estrés:

  • las mujeres son 31% más propensas que los hombres a informar que comen como una forma de control del estrés 

  • 35% de las mujeres realiza actividad física al menos una vez por semana, a diferencia del 24% de los hombres. Asimismo, la razón por la que el sector femenino no dedican más tiempo a hacer ejercicio es a causa del cansancio, reportando un 39% más que ellos

  • para el grupo masculino, la probabilidad de recurrir a estrategias de bienestar es de 28%, frente a un 42% de las mujeres, en donde se incluyen factores como la fuerza de voluntad, el tiempo y la economía

  • seis veces más mujeres que hombres informan que tener más ayuda con las tareas del hogar les permitiría mejorar su fuerza de voluntad para emplear estrategias de bienestar

Mársico señaló que en ocasiones, es suficiente con la implementación de acciones pequeñas, como procesos de respiración consciente —pausas activas, mindfulness- y de movilidad articular –masajes, yoga, club de corredores, etc.— para iniciar un cambio de hábitos y ver resultados en la salud.

“Lo que se está viviendo, tiene un impacto psicosocial. El aislamiento, la incertidumbre no bien gestionada, la auto exigencia, entre otros factores, causan un deterioro emocional que debe ser valorado principalmente por las empresas, quienes al no incluir esta información en su agenda, tanto la productividad, como las relaciones entre colaboradores, se impactan negativamente”, concluyó.