4% de los mexicanos son empleados domésticos

Únicamente 3% de las mujeres que realizan trabajo doméstico de forma remunerada, cuentan con acceso a servicios de salud como prestación laboral

 .  (Foto: Shutterstock)

Valeria Torres

En México se estiman 2.2 millones de personas de 15 y más años ocupadas en el trabajo doméstico remunerado. Esta cantidad representa 4% de los 53 millones de personas ocupadas en el país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

Al tiempo, el organismo reveló que 84 millones de personas de 15 y más años realizan trabajo doméstico no remunerado para su hogar. 

“El trabajo doméstico consiste en actividades que se realizan dentro de los hogares y son necesarias para el bienestar de los integrantes”, explicó. 

A detalle, el trabajo doméstico remunerado es una ocupación predominantemente femenina: 1.9 millones de mujeres de 15 y más años ocupan 88% de los puestos de trabajo en esta ocupación, mientras que los hombres cubren el restante 12% de las plazas laborales en esta ocupación. 

Además de tener mayor significancia para la población femenina, ya que corresponde a 9% de las mujeres en la población económicamente activa ocupada, pero para los hombres es menos del 1%.

Otra característica del trabajo doméstico remunerado es que las diferentes actividades que lo componen están claramente diferenciadas según el sexo, pues mientras las mujeres se ocupan en actividades de limpieza y de orden, cuidado de personas, cocinar, lavar y planchar, entre los hombres predominan las actividades de jardinería, conducción de vehículos y vigilancia. 

Trabajo doméstico, ¿igual a trabajo sin derechos?

El Inegi informó que esta actividad económica es una de las ocupaciones con mayor proporción de empleo informal. Según la ENOE del primer trimestre de 2021, 96% (dos millones) de las personas ocupadas en trabajo doméstico remunerado pertenecen al sector informal.

 De ellas, nueve de cada 10 son asalariados informales; 3% son trabajadores informales por cuenta propia y 0.7% son trabajadores informales con percepciones no salariales. 

 La falta de acceso a prestaciones laborales es una característica de la informalidad del trabajo doméstico remunerado, el antes mencionado estudio estimó que 70% de las personas que realizan trabajo doméstico remunerado no cuentan con prestaciones laborales, 25% no tiene acceso a servicios de instituciones de salud pero tienen otras prestaciones, 4% tiene acceso a servicios de salud y otras prestaciones y 1% cuenta con acceso a servicios de salud.

 Únicamente 3% de las mujeres que realizan trabajo doméstico de forma remunerada, cuentan con acceso a servicios de salud como prestación laboral.  Por su parte, 16% de los hombres declararon contar con acceso a servicios de salud como prestación laboral.

Otro aspecto que caracteriza la informalidad del trabajo doméstico remunerado es la falta de contrato formal de las personas ocupadas. Al primer trimestre de 2021, datos de la ENOE mostraron que dos de cada 100 cuentan con contrato por escrito. 

Esta situación está aún más presente en ocupaciones con mayoría femenina, como empleadas domésticas y cuidadoras de personas donde únicamente 1% tienen contrato por escrito, en tanto que las ocupaciones donde predominan los hombres tienen mayores porcentajes de personas ocupadas con contrato por escrito: 13% para jardineros y 16% para personal de vigilancia.


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