Depresión y ansiedad, la nueva pandemia

Los resultados también mostraron que las mujeres se vieron más afectadas que los hombres, y que los jóvenes fueron más que los adultos mayores

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 .  (Foto: Getty)

Los casos de depresión y ansiedad registraron un aumento del 25% durante el 2020 y a raíz de la pandemia, de acuerdo con un estudio de The Lancet. 

A detalle, la investigación, que se llevó a cabo en 204 países, arrojó que los casos de depresión aumentaron 28%, y los de ansiedad crecieron 26%.

Los resultados también mostraron que las mujeres se vieron más afectadas que los hombres, y que los jóvenes fueron más que los adultos mayores.

“La pandemia de COVID-19 ha tenido un gran impacto en la salud mental de las personas. Algunos grupos, como los trabajadores de la salud y otros trabajadores de primera línea, los estudiantes, las personas que viven solas y las que tienen afecciones mentales preexistentes, se han visto especialmente afectados. Y los servicios de atención para los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias se han visto considerablemente interrumpidos", destacó la Organización Mundial de la Salud con motivo del Día Mundial de la Salud Mental. 

Por su parte, la directora de psicología para el reclutamiento, de la plataforma Hitch, Natalia Lavalle, un punto importante es tomar en cuenta la salud mental en el entorno laboral, la cual se ve impactada por todo el ambiente que las empresas generan, un ambiente en el trabajo sano se traduce en empleados con salud mental estable.

Refirió que desde 2012, a través del informe Sick on the job? Myths and realities about mental health at work, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señaló que uno de cada cinco trabajadores sufre un problema de salud mental.

En ese sentido destacó que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) calcula que 11% del gasto destinado a la atención de discapacidades laborales está relacionado con trastornos mentales, lo que podría elevarse a 15% en años próximos, de ahí la importancia de poner en marcha programas sólidos que permitan atender esta realidad entre los trabajadores. 

En ese sentido, Lavalle señaló que las posibles consecuencias del estrés laboral son:

  • baja en la productividad laboral

  • disminución en la calidad de vida

  • aparición de enfermedades físicas y/o mentales

  • trastornos de depresión y ansiedad