El 75% de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de un padecimiento que puede provocar la saturación física y/o mental del trabajador, ya que no solo afecta su salud, sino también su entorno más próximo por la falta de equilibrio entre lo laboral y lo personal.
De acuerdo con académicas de la UNAM, en México el 85% de las empresas son tóxicas ya que no cuidan a su talento humano, promueven la adicción al trabajo, el síndrome burnout, el acoso laboral y el presentismo, que es estar presente en su puesto de trabajo dedicando tiempo a otras actividades no relacionadas con al puesto y a su vez, esto provoca enfermedades circulatorias y gastrointestinales, trastornos físicos, psicosomáticos y psicosociales y baja productividad.
Al respecto, Aideé Zamorano, fundadora de Mamá Godín, recomendó a los líderes saber guiar a sus equipos “para establecer prioridades, metas y procesos que distribuyan las cargas de trabajo y se dé oportuna atención a los casos de mobbing o acoso laboral” y para promover un buen ambiente de trabajo libre de estrés laboral, compartió una guía de buenas prácticas:
- equilibrar las exigencias del trabajo y las capacidades de la persona
- establecer correctamente las funciones, tareas y responsabilidades de cada puesto
- fijar horarios que permitan el equilibrio entre vida laboral y personal (promover la desconexión)
- realizar dinámicas entre la plantilla para promover la cohesión entre equipos evitando la fricción entre ellos
- evitar el autoritarismo y la tiranía en los altos y mandos medios
- dar autonomía y confianza a las capacidades y trabajo de los colaboradores y fomentar el desarrollo personal y profesional
- dar apoyo y ayuda moral a los trabajadores y una escucha activa, sin prejuicios
- reforzar los canales de comunicación interna
- definir indicadores de estrés laboral en la vigilancia de la salud
- establecer políticas de igualdad de género y mejorar prestaciones por maternidad y paternidad
Zamorano enfatizó en que “un buen entorno de trabajo, con equidad de oportunidades para hombres y mujeres y que ayude a fomentar el equilibrio entre vida personal y profesional” reduce el estrés, los accidentes laborales y enfermedades comunes, el absentismo y presentismo, permitiendo la retención del talento, mejorando el clima laboral y aumentando la productividad y competitividad.