¡Hay que poner fin a la violencia laboral contra la mujer!

Los empleadores pueden echar mano de ciertos insumentos para erradicar la violencia contras las mujeres.

 .  (Foto: iStock)

Rosario Pérez

El 25 de noviembre de cada año se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con el propósito de generar conciencia y coordinar acciones en cuanto a este tema.

La Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, la define como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”

La mujer tiene derecho, en condiciones de igualdad, al goce y a la protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural, civil y de cualquier otra índole, entre los que se incluyen contar con condiciones de trabajo justas y favorables.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que la violencia y el acoso son una amenaza para la igualdad de oportunidades de las trabajadoras, e incompatibles con el trabajo digno y decente; además que de constituyen el obstáculo principal para el desarrollo personal y profesional de aquellas, pues generan ambientes laborales discriminatorios.

Actualmente, el patrón está obligado a contar con un protocolo para prevenir la discriminación por razones de género, el cual va dirigido a la inclusión de las mujeres en el trabajo y al fomento de igualdad (art. 132, fracc. XXXI, LFT).

De ahí la importancia de realizar grandes cambios en las empresas, para contribuir al mejor aprovechamiento potencial de todo su personal, sin importar su género y, en consecuencia, se tenga un mayor éxito y productividad.

Las medidas van desde antes de la contratación, es decir asegurarse de que las vacantes solo versen sobre las características para ocupar el puesto, y que cuando ingresen los nuevos trabajadores se implementen medidas para desarrollar un ambiente libre de discriminación.

Al cumplir con esta obligación, se promueve la igualdad laboral y a erradicar la violencia contra la mujer.

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