¿Actividades laborales frenadas por falta de vacunación a menores?

La COVID-19 se convirtió en una de las 10 principales causas de muerte entre los menores de 5 a 11 años en Estados Unidos

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 .  (Foto: iStock)

Aunque las vacunas contra COVID-19 han pretendido aminorar las consecuencias que el virus provoca en los adultos, aún hay un sector de la población que no ha sido atendido y que en gran medida podría estar poniendo frene a la evolución del empleo en el país y es que según expertos, la falta de inmunización en los niños podría mermar las actividades de sus padres y en consecuencia, el desarrollo del país.

Las vacunas han hecho frente a la cepa del coronavirus y sus variantes (delta y omicrón); sin embargo, los menores siguen sin ser atendidos y solo aquellos con alguna enfermedad crónica han sido inmunizados, aun cuando la Secretaría de Salud reportó el 16 de enero del presente que 86 mil 586 niños han padecido la afección.

De acuerdo con Aideé Zamorano, fundadora de Mamá Godín, la falta de vacunación de las infancias afecta “a los adultos y las actividades económicas”, pues los menores se quedan en casa a estudiar y los padres y madres tienen ruptura de continuidad laboral, y se propician “afectaciones en la salud mental como ansiedad y depresión”.

Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos informaron que los niños tienen la misma probabilidad de contraer Coronavirus que los adultos, y en el caso de dicho país, la afección es una de las 10 principales causas de muerte entre los menores de 5 a 11 años.

En el caso de las infancias, los efectos del COVID-19 provocan síntomas como fatiga, dolor de cabeza, cuerpo, garganta y tos ocasional, sin embargo, infectólogos del Health Care System de Estados Unidos detectaron malestares intestinales e incluso complicaciones en las vías respiratorias que derivan en el Síndrome Multisistémico Inflamatorio Pediátrico, que según Mayo Clinic, se inflaman gravemente órganos y tejidos, hay fiebre, vómito, diarrea, agrandamiento de los ganglios linfáticos y latidos rápidos del corazón que requieren atención pediátrica.

Al respecto, Aideé Zamorano, fundadora de Mamá Godín, recordó que “la vacuna está aprobada y se ha demostrado que es segura”, tal es el caso de la Pfizer-BioNTech, que ya se autorizó para niños de 5 años de edad en adelante.

La experta agregó que no vacunar a las infancias “es un desacierto”, pues eso “obliga a las familias a no mandar a los niños a las escuelas”, lo que da pie al rezago educativo y recrudece “las desigualdades en el acceso al conocimiento”, de hecho, el Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomendó vacunar a los menores para minimiza la interrupción de la educación.

Lo cierto es que en México las autoridades de salud no han considerado a la vacunación de menores de 15 años como prioridad, por lo que la asociación Save the Children exhortó al gobierno a proteger el derecho de la niñez a la salud mediante la inmunización, para así no solo velar por su bienestar, sino también el de los padres y su desarrollo profesional y laboral que en los últimos dos años ha sido pausado.